Desde la llegada al poder del Presidente Chávez Venezuela se ha convertido en el océano de las contradicciones, hacer gobiernos paralelos, cambiar de nombres y hasta desconocer las pocas o muchas bondades de los gobiernos que los antecedieron fue su común denominador, claro, con su discurso candente y retador fue capaz de engolosinar a millones de nacionales que clamaban por el adecentamiento de la función pública y por un vivir mejor donde las calles estuviesen en mano de las autoridades y no del hampa.
En aquella Venezuela de 1998 los niveles de inseguridad eran preocupantes, ya que los muertos por armas de fuego ascendían a 20 por semana, respecto a los hechos contra la cosa pública hubo casos muy sonados como el Sierra Nevada, Los jeep de Lusinchi y la fuga de Vinicio Carrera, en fin el país estaba a punto de estallar, y fue allí donde la gran mayoría cifro sus esperanzas en un militar, quien a pesar de haber intentado un golpe de estado, y haber querido asesinar a un presidente electo en ejercicio, se reivindicó por la vía electoral. Pasaron 1,2,3,4,5… y 14 años y aquellos 20 homicidios que ocurrían en 1 semana llegaron a 350 por semana, de igual forma en la corrupción y la burocracia el país rompió cualquier record posible, el venezolano concibe la revolución como sinónimo de peajes, comisiones, chantajes, matraca, malos servicios, alimentos podridos o escasos, mercado negro, y como una sociedad de dirigentes llamados boli burgueses que hace solo una década eran sencillos dirigentes con una carpeta de manila bajo el brazo que hoy por hoy se regodean entre lujos, camionetas últimos modelos y mucho billete mal habido en sus bolsillos .
Pero no solo es que esta revolución fracaso en las dos grandes banderas que prometió para llegar al poder, sino que fueron y son tan ineficientes que la infraestructura del país que venía en un ascenso continuado la abandonaron, encontrándose hoy en niveles de absoluta precariedad, similares a países de extrema pobreza cono Haití. Antes de Chávez se construyeron represas, tendidos eléctricos y vías urbanas y rurales en toda Venezuela, fueron rehabilitados con asfalto en muchas oportunidades hasta los más recónditos caseríos, la gente de estos pueblos del oeste de Anzoátegui como Sabana de Uchire, Guaribe Tenepe, Guanapito, Murgua, Guayabal, Capachal, La Cerca, El Hatillo, por nombrar solo algunas referencias entre tantos, fueron testigos fieles de como a la par de la consolidación de su vialidad se construían escuelas y ambulatorios, deterioradas hoy en día gracias al abandono del gobierno oficialista, que prefirieron enriquecerse empobreciendo al pueblo sin importarle la factura que le tiempo y la justicia les cobrara.
Ningún economista serio del planeta puede explicar el caso Venezuela, como se entiende que un país que percibe recursos por la supuesta venta de 2.500.000 barriles diarios de petróleo a razón de 100$, ni siquiera tengamos vías en buen estado, por el contrario, ahora contamos con vulgares trochas deterioradas. lamentablemente y arréchese quien se arreche, este este gobierno “socialista” dejo quebrar lo poco que existía, no sé si Chávez tuvo buenas intenciones o era un gigante en demagogia, lo que si estoy seguro es que cualquier territorio del mundo donde las vías estén destruidas, los hospitales no cuenten con servicios básicos, donde hay que hacer maromas para conseguir los alimentos, donde los niveles de inseguridad rebasaron a los más violentos del mundo, en ese país donde los apagones y la falta de agua son el orden del día, entonces los venezolanos sobrevivimos en la crisis. La reconstrucción debe darse de abajo hacia arriba y de allí la importancia de las elecciones municipales del 08 de diciembre, una gran oportunidad para sacar la raíz podrida que contagia de corrupción y miseria a todo el pueblo venezolano.
@emilio_guzman / Emilio Guzmán Rojas.