Debemos reconocer que aunque los índices de criminalidad siguen en alza, el gobierno Nacional ha dado pasos importantes para intentar frenar la acción del delincuente. Hasta ahora se han cumplido con algunos parámetros a objeto de controlar la crisis de inseguridad, que además de todo lo estructural, es sabido que fue provocada por las erradas políticas aplicadas en la materia, por el perpetuo retardo procesal, la bendita impunidad, la alcahuetería de quienes no denuncian , la tardanza del gobierno en asumir el problema, los políticos hipócritas que solo claman por los derechos humanos de los hampones, la falta de dotación de pertrechos policiales y no menos importante las falsas depuraciones de las policías que siempre terminan en sonados casos de conmoción publica; es aquí cuando los principales responsables comienzan a darse cuenta de que más allá de un deterioro momentáneo en la seguridad púbica se enfrentan a un verdadero vacío que han dejado las instituciones del Estado.
Había que comenzar por algo y que mejor que la prevención del delito diseñada mediante un patrullaje inteligente, el cual tiene como finalidad resguardar con mayor eficacia a los ciudadanos, esta teoría también prevé que los funcionarios de seguridad tengan un tiempo de acción máximo a cinco minutos en la zona que resguardan, lo que garantiza un cerco de seguridad bastante sólido, además, el patrullaje inteligente permite a los ciudadanos tener a su disposición números telefónicos que corresponden a cada cuadrante, donde pueden mantener información directa y más cercana con los oficiales de seguridad y así reportar cualquier emergencia o irregularidad que se presente en su zona de residencia.
Ahora bien, tener un patrullaje inteligente no significa que los malandros sean pendejos, si hay algo que se ha demostrado es que al ocioso y al que le gusta la vida fácil se las ingenia para burlarse de la acción policial, estos bandidos rápidamente determinaran el tiempo e intervalos en que la fuerza policial hace presencia física en un determinado sector y aprovecharan para cometer sus fechorías; de aquí se desprende la necesidad imperiosa de acompañar estas medidas obvias a los ojos del delincuente con acciones de ley, sanción u otras proporcionales, represivas y contundentes así sean con balas.
Si el delincuente se convence que más allá de esta medida del patrullaje inteligente existe una acción severa y sancionatoria a todo aquel que se alce en armas o atente contra la integridad física y los bienes de las personas, será el inicio de la recuperación del respeto a nuestros organismos policiales desde la acera de los malhechores. De igual forma, aunado a la profesionalización de los funcionarios, los gobiernos deben hacer un esfuerzo marcado de inversión en cuanto a la tecnología de vanguardia para prevención del delito.
En importante que al presupuesto anual de la Nación, así como también el de gobernaciones y alcaldías, debe quedar estar establecido ante la ley o la ordenanza el porcentaje mínimo a invertir en tan delicada materia y por ningún concepto debería estar por debajo del 20% del total a ejecutarse, ya que en estos tiempos de Dios lo que está en juego es la vida.
Cabe destacar lo positivo de la cruzada que realiza el Ministro de Interior Justicia y Paz por todos los Estados del país, donde se han dado muestras de trabajo en conjunto echando el partidismo hacia un lado, pero creemos que en algunos casos, por ejemplo como en Bruzual, Clarines, deben revisarse. Por resolución se ordenó el cierre de Polibruzual, por no adaptarse al nuevo modelo policial, pero eso no es culpa de la gente, es responsabilidad del gobierno que incumplió con un mandato de ley, esto ameritaba de una sanción administrativa y penal al alcalde de turno, pero optaron por lo que consideraron más fácil, el cierre; ojala reflexionen y consideren esa medida extrema, abriendo las puertas de la institución policial con hombres honestos al servicio del pueblo.
Emilio Guzmán / Emilio_Guzman