No entendemos como este gobierno que venía celebrando por varios años consecutivos un fulano crecimiento económico, de la noche a la mañana devalúa la moneda, es que definitivamente nos tratan como unos pendejos, pero además están seguros que somos unos pendejos, pues, están bien “pelaos” porque si están confiados de la población que habita en los cinturones de miseria por ser el centro electoral del clientelismo, es precisamente allí donde las reacciones de la gente son muy volátiles ante las medidas anti-populares.
El anuncio lo hicieron de forma cobarde, en víspera de vacaciones carnestolendas con la finalidad de que el pueblo más humillado, durante cinco días de parranda haya asimilado la nefasta noticia, pero además los voceros que utilizaron carecen de cualquier tipo de liderazgo ante las masas y han demostrado su incompetencia en el manejo de la planificación y las finanzas públicas; pero lo peor no quedo allí, el Ministro Elías Jaua manifestó que la medida la tomaron para defender a los pobres, que descaro, que cinismo, de que defienden a los pobres? Cuando ni siquiera les dan la oportunidad de conseguir los productos de la cesta básica, ese pobre del que habla Jaua es el que por necesidad pasa hasta 10 horas en un bendito operativo de MERCAL o PDVAL y cuando le llega su turno, le contesta el dependiente: “no hay”. O será que estos jefes de la monarquía creen que lo están haciendo bien?, ya que en su oportunidad lo dijo Giordani: “Si no hay pobres, no hay revolución”, que bolas.
Las devaluaciones inciden en corto plazo en quienes recibe menores ingresos, ese que gana salario mínimo deberá enfrentar un alza en los precios y no porque pretenda comprar un BMW, es para conseguir la popular caraota negra, las harinas de maíz, el azúcar, el arroz, la carne, el pollo y la margarina que ahora son productos importados y por ende aumentaran, pero estas mismas devaluaciones enriquecen a quien más tiene, ya que ese oligarca rojo que tenía en sus cuentas gringas un millón de dólares al cambio oficial tenia riquezas por el orden de los cuatro millones trescientos mil bolívares fuertes, a partir del viernes rojo con el cambio a 6,30 tiene 2 millones de bolívares más, ósea 2 millardos más, y si se va por el mercado paralelo, las ganancias serán neoliberalmente incalculables, si este es el gobierno que defiende los pobres que Dios nos agarre confesados, “por ahora” seremos electores devaluados.
La desaparición del Presidente Chávez ha incrementado la incertidumbre y la inestabilidad del País, debemos buscar una salida hacia la consolidación de una verdadera democracia, donde se imponga el pluralismo, esa utopía loca que tiene el gobierno de querer apropiarse de todo esta causando mucho daño y la mejor muestra la podemos ver en el sector alimentos, para conseguir un producto es un calvario, una verdadera peregrinación, ojala el gobierno acepte que las industrias y las tierras que se han apropiado indebidamente se han manejado de forma ineficiente y busque la fórmula para salir de la crisis político-social; en cuanto a los convenios internacionales son beneficiosos para otros países, ya que el 96% que ingresa de la renta petrolera, no entra en dólares, sino en intercambios caprichosos, aquí cambiamos barriles de petróleo por titiriteros cubanos por poner un ejemplo, que además le quitan fuentes de ingreso a nuestros artistas populares; pero lo más lamentable del tema alimentación es que es que el 70% de la capacidad instalada para el procesamiento está en manos del gobierno y con la devaluación todos estos productos costaran el 46,5% más.
Es la hora de la reflexión de todos los sectores de la sociedad, pero sobre todo de los actores temporales del actual gobierno, ya que el liderazgo fuerte que Chávez tenía frente a los venezolanos no está presente y eso es muy peligroso. El gobierno controla las FAN y todos los poderes públicos, pero no ha podido controlar ni satisfacer las necesidades de la gente.
Emilio Guzmán Rojas