Yuca Amarga: «Buscando un ‘mesías’ «, por @emilio_guzman

Los venezolanos vivimos en medio de emociones negativas y calamidades, y aunque la gran mayoría de estas confusiones las generamos nosotros mismos, se nos hace muy fácil caer en los mismos errores, buscamos torcer el curso de la historia, tan es así, que desde el mismo 04 de febrero tuvo más impacto la frase del “por ahora” que todas las vidas inocentes que se perdieron en la asonada golpista.

El ideario chavista se mantiene, más que por su obra, por un mastodóntico aparato de propaganda tan eficiente que aun con el desproporcionado incremento de la violencia urbana mantiene una popularidad que se pierde de vista. Chávez reinterpretó la Constitución cuantas veces quiso, acumuló todos los poderes del Estado, domesticó la justicia a su antojo y la transformó en uno de sus brazos ejecutores. Expropió y nacionalizó por motivos estratégicos y políticos, buscando que el país dependiera del petróleo, es decir, de la “revolución perpetua”. Tan es así que designo a como sucesor a Nicolás Maduro.

Mientras todo esto agarraba músculos rojos, desde la oposición prevalecía la zancadilla, las divisiones, la intriga, el forcejeo y la interminable búsqueda de “hombres mesías” que nos llevan de derrota en derrota, fíjense, a CAP lo sentencia su mismo partido político, y el presidente accidental fue el notable Ramón J. Velásquez, quien dejó su huella por haber firmado el indulto del narcotraficante Larry Tovar. La primera contienda electoral de Chávez fue frente a Salas Romer, pero no solo resultaba fácil la campaña electoral de clases, de ricos contra pobres, sino que además el dueño de AD Alfaro Ucero se lanzó para joder, e Irene Sáez con el apoyo de COPEI que solo obtuvo el 3% de los votos, pero al poco tiempo fue candidata del MVR en Nueva Esparta y ganó contundentemente.

Arias Cárdenas en las mega elecciones del 2000 brincó a la oposición y junto a Claudio Fermín dividió los votos; Manuel Rosales fue seleccionado candidato opositor en 2006, pero no faltaron los chulos que le metieran al Conde del Guácharo que el si le ganaba a Chávez y después de enredar el escenario, se retiró pero bien tarde; siempre en busca de salir de Chávez el que pegara cuatro gritos o fuera más vulgar agarraba centimetraje y acaparaba la atención de los extremistas, muchos asomaron la cabeza, Cecilia Sosa, Hernán Escarra, Carlos Ortega, Rodolfo Smith, Eduardo Fernández, Julio Borges, Teodoro Peckoft, entre tantos otros, Carmona Estanga fue dictador por un ratico producto de las vías rápidas, lográndose arremachar a Chávez en el poder.

Después de tanto buscar al salvador, se decidió que la unidad la guiaría quien se alzara en elecciones primarias, Leopoldo López, Diego Arria, María Corina, Pablo Medina, Pablo Pérez y Henrique Capriles se midieron resultando ganador por amplísimo margen el gobernador de Miranda, tuvo que enfrentarse a Chávez y luego a la campaña que dejo el difunto a favor de Maduro, los radicales aun piensan que Capriles debió llamar a las calles, aunque murieran miles y desde allí dentro de la oposición se han dedicado a destruir el liderazgo que tantos años costó construir. Erróneamente se siguen buscando vías rápidas y cualquier pelotero o artista que haga un llamado a la paz, inmediatamente se convierte en presidenciable. Hay ilusos que montan guarimbas porque Reinaldo El Profeta o Dólar Today las convocan; o que cuentan los pollos antes de nacer porque Fernando del Rincón de CNN realice algún trabajo periodístico, o peor aún que idolatren al general Ángel Vivas porque se atrincheró en su casa con un fusil poniendo en riesgo la vida de sus propias hijas. Olvidémonos de cuentos y aprendamos de los errores, no perdamos más tiempos escudriñando un “mesías”, busquemos la verdad de todos y no solamente la que nos convenga y hagamos política en los barrios y caseríos, nada ganamos con ser grupitos o mayoría de las minorías, no caigamos en el chantaje de que si no creamos el caos perdemos estatus político en la oposición democrática, aun con todos los abusos de poder que se han cometido deben agotarse las vías del dialogo y exigir en cualquier escenario se respete la constitución, caso contrario aquí habrá socialismo del siglo XXI pa´rato.

Emilio Guzmán / @emilio_guzman