La gente sigue haciendo colas pero no hay que comprar, la ilusión se desvanece y crece la angustia. Con este gobierno inepto y corrupto es difícil imaginar los anaqueles abastecidos. Al contrario, el pueblo infiere la dimensión de la crisis en ciernes, sabe que vamos por muy mal camino. El supuesto provecho electoral de las «medidas» está por verse: No conozco a nadie que habiendo votado por Capriles ahora piense hacerlo por el gobierno. Más bien las expectativas de cambio se han elevado, la gente percibe que los graves problemas del país se agudizarán y siente una inmensa incertidumbre con relación a su futuro.
Por otra parte, la campaña de Maduro es un desastre. Chávez en tiempo de elecciones se disfrazaba de ovejita y retomaba su falso discurso de amor. En cambio Nicolás ha optado por una línea de agresión permanente, un discurso virulento y su electorado natural vive una permanente confusión. Cuando Maduro exhortó a vaciar los anaqueles, desconcertados se preguntaban ¿está estimulando el saqueo y la violencia? ¿o está impulsando el consumismo desenfrenado del capitalismo salvaje? ¿No tenían una campaña contra las compras nerviosas? Igual la orden fue llenar la casa de electrodomésticos pero ¿ y el gobierno no tiene una propaganda que promueve el ahorro energético? ¿Jesse Chacón no dijo que los apagones son consecuencia del consumo excesivo? Entonces ¿compramos los aparatos pero no los enchufamos? ¿vemos la TV sin prenderla? A los pocos días de este consumismo desquiciado, Nicolás adelanta que anunciará medidas para estimular el ahorro y propone que la gente guarde en el banco sus utilidades navideñas. Por fin ¿ahorramos o compramos? Y si ahorramos demasiado ¿no corremos el riesgo de convertirnos en capitalistas? ¿En qué quedamos pues, ser rico no era malo? Considerando el precio de la canasta alimentaria y que el sueldo no alcanza ni para comer bien, pedirle al pueblo que compre hasta que “no quede nada en los anaqueles” y que al mismo tiempo ahorre, es una manipulación tan grotesca que insulta la inteligencia del venezolano. ¿Esto es una revolución?
Pero la confusión es total cuando el «hijo de Chávez» –cualquiera de ellos- dice que están arrasando en las elecciones aunque sus acciones evidencian lo contrario, mucho nerviosismo: detienen a Alejandro Silva, impiden las giras de Henrique Capriles y se descomponen con su sola presencia, amenazan a Miguel Cocchiola, acosan a Henri Falcón, allanan ilegalmente la inmunidad de parlamentarios, hostigan a periodistas y medios, recrudece el ventajismo, etc…. Hasta sus candidatos están confundidos, por ejemplo Magglio Ordoñez -candidato en Puerto La Cruz- declaró al Diario El Tiempo esta perla: «he tenido la oportunidad de vivir más de la mitad de mi vida fuera el país. Sé cómo se vive bien. La idea es implantar ese modelo de vida del primer mundo en este municipio”. Lo vemos orgulloso de haber vivido en el “imperio”, de conocer la buena vida y del modelo yanqui. ¿Y qué pasó con la revolución, mijo?
Richard Casanova / @richcasanova