«¿Y las humillantes colas en Pdvsa Gas Comunal son conspiración de quién?» Por @damianprat

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Damián Prat  @damianpratDentro de no mucho tiempo habrá una cátedra en muchas universidades del mundo.  En Rusia, en China, en toda Latinoamérica, en Europa los estudiantes de Ciencias Políticas y los de Economía podrán estudiar “El insólito caso venezolano:  como quebró un país en medio de la mayor bonanza jamás imaginada”.  Será tan absurdo e incomprensible que se harán chistes para escarnio de nuestros nietos a quienes les tocará “aguantar ese chaparrón”.   Un país petrolero, que ya era dependiente de la renta petrolera, pero que, de pronto, como producto de un enorme cambio de políticas económicas en China  (también en India, Suráfrica y otros), le “cae del cielo” una larga década de exageradamente altos precios petroleros.  Algo que ni los mas optimistas soñaban.  El anterior “boom” petrolero, el de mediados de los 70,  fue subir de 6 a 14 dólares el barril.  Duplicado. Ésta vez fue de UsD 10-12 hasta… ¡100!.  ¡Multiplicado por diez!. Con períodos de hasta 120 dólares el barril.  Una verdadera locura.

¿Cómo lograron ese “milagro al revés” de arruinar toda su industria, la estatal y la privada, acabar con la agricultura, tener el feo récord de la mayor inflación del planeta,  sufrir una prolongada escasez de alimentos y de casi todo; terminar importando ¡hasta petróleo liviano! de Argelia para poder hacer las mezclas.   Importando acero y aluminio de lo que fueron exportadores en las décadas anteriores.   ¡Importando café! de lo que eran autosuficientes desde 400 años atrás.  Importando gasolina “desde el imperio”.  Pedir auxilio financiero a Chevron, a Halliburton, a Repsol mientras se hacían incendiarios discursos “contra el imperialismo”.   Llevando su deuda externa de 30 mil a 210 mil millones de dólares. Hipotecando una sexta parte de su menguada producción petrolera con China, para pagar deuda.  Importando cemento.   Y pollos, carne, caraotas, leche, azúcar.  Importando tubos para la industria petrolera, los que se habían fabricado en el país en los 45 años anteriores.

Maduro, uno de los principales responsables de semejante desastre, culpa a otros de las colas, del contrabando, de la escasez, de todo.  Siempre son los demás los culpables.  Jamás tienen la valentía de dar la cara por los desastres cometidos.   Que si “la guerra económica”, que si la “burguesía”, que si “el imperio”.   Han tenido y tienen todo el poder. Lo controlan todo.  Intervienen todo.  Ponen todas las trabas y todas las alcabalas.  Tienen el monopolio de los dólares.   Las empresas agroalimentarias, por ejemplo, para poder enviar sus productos a la distribución mayorista, deben esperar la orden de los funcionarios del gobierno que autorizan o modifican a su antojo las “guías de carga”.   Los camiones con esos alimentos deben mostrar la guía de carga con sello del gobierno en cada alcabala. Y en el sitio final de entrega.   O sea, todo bajo control del gobierno.  Pero Maduro trata de hacer creer que “pobrecito gobierno es víctima de unos malvados capitalistas”.

Tenemos al menos 3 años, quizás 4, con una dura escasez de cemento.  Todas las fábricas fueron estatizadas y están bajo control rojo rojíto.  ¿Cuál guerra económica es culpable de eso?.  Lo mismo pasa con las cabillas.  Estatizada Sidor en 2008 y Sidetur en 2009.  ¿A quien van a culpar de la escasez que no sea al desastre y la ruina del “estatismo salvaje”?.  Pero ellos siguen con su discurso caradura.  ¿Y las humillantes colas que tenemos que hacer los ciudadanos para adquirir una simple “bombona” de gas doméstico?  ¿Quién es el conspirador burgués responsable de eso si todo ahora es de Pdvsa Gas Comunal roja rojíta y “revolucionaria”?.  Cuando eran empresas privadas, uno llamaba por teléfono en dos o tres días tenías la bombona en casa.  Ahora son colas de horas y hasta de días.  ¿Otra conspiración de las cajeras?

Polar, el mayor conglomerado agro alimentario del país, acaba de anunciar la puesta en servicio de una nueva planta de harina de maíz.  Las plantas de Harina Pan vienen produciendo al tope para cubrir 40% del mercado nacional. Su máxima capacidad. Ahora llegará a 49%.  ¿La otra mitad de las fábricas?  Estatizada y produciendo si acaso al 10%.   Por eso la escasez y las colas cuando llega Harina Pan.  Lleva un año Lorenzo Mendoza diciendo que hay una planta grande en manos del gobierno inactiva. Que se la vendan, se la alquilen, lo que  sea.  Podría aportar otro 10% de la oferta. Nada.  Por años el gobierno acosó, hostigó, amenazó, obstaculizó a Alimentos Polar.  Le arrebató terrenos y galpones.  Congeló los precios para ahogarlos.  Les hicieron de todo.  No quiero imaginar la magnitud de la escasez  si la hubieran estatizado.

El contrabando, el de verdad, tiene años.  La causa de fondo es la destrucción del valor de la moneda.  Y la corrupción roja rojíta (y verde oliva) que permite y hace negocios.  No hay forma de sacar 5 millones de litros de gasolina (mas de 150 enormes gandolas) todos los días, sin una generalizada complicidad de quienes controlan Pdvsa, las carreteras, los puestos fronterizos.   Ahora, el gobierno culpable de todo eso, el que se burlaba de los periodistas que denunciaban, “descubre”  el contrabando, hace el show de “una guerra”, tapa su responsabilidad e indolencia de años.  ¿De quien es la culpa, según el gobierno?  ¡De la oposición!.

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La escasez.  Destruyeron la industria y el agro.  Ya no pueden tapar todo “a los realazos”  con importaciones desmedidas, porque ya no hay dólares suficientes.  Los deben. Están hipotecados.  Se los robaron.   Entonces, en lugar de hacer mea culpa, pedir perdón al país y hacer un plan de medidas para recuperar la producción, inventan una “solución”  muy cubana:  racionar la escasez mediante unas capta huellas.  Castigar a 28 millones de venezolanos. Y encima insultar y amenazar a los que reclaman, protestan y denuncian.   Y, eso sí,  seguir regalando 110 mil barriles diarios de petróleo a los sátrapas Castro.   Fallará cualquier cosa, menos eso.

La incapacidad para decidir.   Ya van mas de dos semanas sin ministros ni viceministros.  Nada de “sacudón” ni de nada.   El sábado Maduro dice que “las captahuellas van y todo el pueblo será feliz”. El domingo, Cabello dice que solo se implementarán en los mercados del gobierno  y en las zonas fronterizas”.  ¿Quién gobierna?.   La gasolina, Citgo, el “road show” con banqueros en Londres.  El viernes un ministro dice que Maduro hablará el domingo. Que anunciará “cambios estructurales”.  Uno sospecha que son nuevas formas burocráticas con nombres rimbombantes “revolucionarios”.  Pero nada.  Ni eso. Alí Rodríguez dice que el “estatismo fracasó”.  Lo callan y lo envían a Cuba.   Hace un mes un viceministro dice que “las colas son porque el pueblo está vigilando y defendiendo los alimentos”.  Ahora Darío Vivas asegura que “las colas se hacen porque la oposición las alimenta y anda provocando”.  En fin….  Público &  Confidencial

Por Damián Prat C

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