Perdió los ojos al poco de nacer a consecuencia de un accidente, pero eso no le ha impedido hacer felices a los demás. La historia de Xander, un perro carlino de Oregón de casi dos años, es todo un ejemplo de superación en un animal.
En enero del año pasado fue rescatado de una perrera de la ciudad de Klamath Falls para ser adoptado por Rodney y Marcie Beedy, un matrimonio que vio en él cualidades para que fuera un perro de terapia. También ayudo a aquellos niños que les tienen miedo a los perros para que lo superen
«Pensamos que sería perfecto para un perro de terapia debido a la forma en que se comportaba: era tranquilo, pero bastante sociable», describió Rodney al diario Herald and News el año pasado.
Fue así como Xander inició su preparación para ser oficialmente un perro de terapia. Una vez logrado su objetivo, empezó a trabajar como voluntario en programas escolares y asociaciones para ayudar a niños y mayores víctimas de la violencia.
Su labor social no se ha parado desde entonces. «Me encanta pasar tiempo con alguna persona que necesite compañía, consuelo o pueda sentirse sola. También ayudo a aquellos niños que les tienen miedo a los perros para que lo superen», dice Xander en su propia página web.
Además, Xander tiene página de Facebook donde informan de las actividades que realiza y a todas las personas a las que ayuda. «Su misión es detener la violencia», dicen en su perfil de esta red social. «Pero hasta que ese día llegue, se dedicará a reconfortar a jóvenes y mayores», concluyen.
[Fuente: 20minutos.es]