Oliver Ahrens, Vicepresidente de Acer en Europa, Medio Oriente y Africa, lanzó duras críticas a la estrategia de Microsoft en torno al estreno del dispositivo Surface, básicamente apuntando a la idea de que para una compañía es difícil mantener el foco de atención en dos productos a la vez, y que si se pone énfasis en la división de hardware de Microsoft, los productos de software -véase Windows 8- no saldrían bien.
Esta reflexión parte con la frase: “No creo que (el Microsoft Surface) será exitoso, porque no puedes ser un participante del área de hardware teniendo dos productos”. Acto seguido, le quita importancia a la empresa criticada: “Microsoft es un componente del sistema de PCs. Uno muy importante, pero aún un componente”, según dice.
Luego viene la inevitable comparación con Apple, a quien le va bien siendo una empresa que desarrollo su propio software y hardware: “Microsoft trabaja con dos docenas de ensambladores de PCs alrededor del mundo, incluyendo a los fabricantes locales, mientras que Apple está solo, así que puede hacer más o menos lo que quieran”.
Y es que Ahrens está convencido que Microsoft no puede hacer dos cosas al mismo tiempo, pese a ser una gran compañía con enorme cantidad de recursos. “En lugar de mejorar la experiencia de uso en Windows 8, abren un nuevo frente de batalla”, critica este personaje, el que finaliza su parlamento diciendo que esta estrategia podría provocar “un desenfoque” en Microsoft, algo que afecta directamente a Acer porque claro, ellos usan su software.