Se viene inflando una burbuja de endeudamiento en Venezuela, es innegable y el gobierno debe buscar nuevas opciones de conseguir financiamiento, para evitar males en el futuro. Así fue como Grecia llegó al desastre que hoy tiene. En Europa, los banqueros que asesoraron a los gobiernos, hicieron que estos se endeudaran, al punto que la deuda greca llegó a ser 150% del PIB, una relación de 1,5:1.
El endeudamiento de una persona, una empresa, un gobierno, no debe ser de una relación de 1:1, esto significa que si un actor económico tiene patrimonio de Bs 100 y debe Bs 100 (1:1), en realidad no tiene nada, o si tiene un ingreso mensual de Bs. 100 y debe pagar Bs 100 mensual (12:1 anualizado) no está recibiendo ingresos. Peor a quienes tienen deudas de 2:1, 3:1 y no tienen flujo de caja para dar cobertura. Lehman Brothers cuando quebró, tenía una relación de deuda 44:1, por eso quebró.
El endeudamiento no es malo, pero tiene que ser gestionado y controlado, ya sea como capitalista o como socialista, permitiendo sólo relaciones como máximo de 0,67:1 al comparar deuda contra activos, para establecer la calidad de la deuda. Hay estimaciones técnicas que la deuda externa e interna de Venezuela, suman 73% del PIB, allí se agregan pasivos laborales del gobierno, esto significa una relación de 0,73:1 de deuda contra la producción nacional, la cual se estima en 95% renta petrolera.
La deuda del Estado ha llegado al límite, se debe evitar seguir emitiendo y el gobierno debe establecer nuevas estrategias de conseguir financiamiento y generar producción interna en otras áreas distintas al petróleo, de modo que el PIB de Venezuela al estar expuesto totalmente a la renta petrolera, no sufra en caso de una caída abrupta de los precios del crudo debido a la volatilidad del mercado energético y los riesgos de recesión global aun latentes.
El panorama global apunta a dos escenarios. El primero es la recesión, si la crisis de deuda soberana no es superada en Europa, el precio del petróleo cae y si se consolida en 30% por debajo de los niveles actuales, la relación de deuda de Venezuela estaría estimada en 1,03:1 y el país entraría en graves problemas de pagos internacionales e internos, eso sería casi quebrar.
Pero si por otra parte, el Banco Central de Europa y la Reserva Federal de EEUU deciden implementar programas de flexibilización cuantitativa, para dar cobertura a la crisis de deuda soberana, habrá devaluación del dólar y de las principales divisas globales, ello ayudaría en el precio petrolero y Venezuela se alejaría de riesgos de impago, pero igualmente, esa misma devaluación, generaría altos precios en los mercados de alimentos, energéticos y minerales, y como país importador de casi todo lo que se consume, no habría cobertura contra la inflación global, obligando al Estado, uno de los principales importadores a seguir emitiendo deuda, la cual ya está en sus límites aceptables.
Se debe detener el endeudamiento ya. Se debe buscar nuevos mecanismos para compensar la emisión de papeles y la impresión de dinero inorgánico, para evitar una crisis futura en el país. El Estado no tiene otra salida que promover la producción interna y cambiar sus estrategias en cuanto a la relación con los productores locales, porque las alarmas ya están encendidas, la fiesta se termina cuando se acaba la música.
Por: Alex Vallenilla / @alexvallenilla