Escribo estas líneas en momentos en que se desarrolla una de las más grandes jornadas cívicas de la historia de nuestro país: la consulta popular, convocada por la Mesa de Unidad Democrática. Ríos de venezolanos entusiastas salieron de sus hogares, en pueblos, ciudades, barrios, urbanizaciones, caseríos y aldeas, integrándose a la gran fiesta democrática y soberana, pacífica y espontánea en Venezuela.
Al igual que hace 207 años, el 19 de abril de 1810, el pueblo venezolano vuelve a asumir su soberanía y su responsabilidad intransferible y su capacidad inalienable de poder Constituyente originario.
El pueblo de Venezuela volvió a expresarse en forma mayoritaria, firme y contundente, rechazando la impostura presidencial de secuestrarnos el poder de convocar una Asamblea Nacional Constituyente. Propuesta gubernamental refutada y condenada, no sólo por los venezolanos, sino por el mundo entero; que hoy admira nuestra capacidad cívica, democrática, pacífica y de coraje ciudadano.
Este 16 de Julio, nuestros ciudadanos también se manifestaron, exigiéndole a las Fuerza Armada Nacional su apego a la Constitución y a la institucionalidad republicana. Reclamándoles, a ese también «pueblo en armas», el cumplimiento de sus deberes para con el único Soberano: el Pueblo venezolano.
Es necesario restituir la senda democrática y electoral en Venezuela. También, en el propio evento retumba el clamor por la agobiante crisis social y económica, al unísono toda la sociedad clama urgentemente por conciliar un gobierno que atienda los severos problemas del hambre, las escasez de bienes de todo tipo, que merman cada día más la vida todos y la inclemente inseguridad que expone dramáticamente el estado fallido de nuestra república.
Por eso el “Triple SI” de nuestro pueblo aguerrido, demuestra que venció el miedo. Es: un Si a la vida, a la democracia y a la libertad. En fin, un Si unido en la firme convicción de que podemos cambiar a Venezuela.
Si bien es cierto que vienen tiempos difíciles, la otra verdad es que hemos superado las barreras en entusiasmo y amor por una Patria grande, una país lleno de Libertadores dispuestos a dejar el pellejo por lograr la restitución de la democracia y la paz en esta tierra.
Necesitamos del trabajo en conjunto para lograr recuperarnos rápidamente, y estoy seguro que lo vamos a lograr, siempre con nuestro norte bien claro, en sintonía con la gente, en armonía con nuestros hermanos y bajo los parámetros de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Por eso y más es que este 16J quedó demostrado que no estamos dispuestos a dejarnos engañar por una propuesta de Constituyente chimba, que solo persigue el bienestar de un pequeño grupo y perpetrarse en el poder, por miedo a responder ante la justicia nacional e internacional por todas las ilegalidades cometidas.
Llegó el momento de la verdad y de la justicia, de rescatar los valores y nuestras libertades ¡Viva Venezuela!