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Se acerca la hora en la que muchos verán el primer sendero del resto del camino. La campaña se ha transitado con éxito, Henrique Capriles ha marcado la pauta para ser el próximo presidente de la reconciliación, la paz y la unidad de los venezolanos.
Chávez sembró en el país el sentimiento del odio, la polarización, pretendió que la gente entendiera que si no eran chavistas no serian dignos de ser sus compatriotas. Al final no pudo, claudicó en su intento. En Venezuela se respiran aires de reconciliación.
Un Capriles muy feliz en Petare, le pidió al pueblo chavista que el esperado 7 de Octubre votaran por ellos. Es verdad, los venezolanos no olvidarán esa fecha, siempre recordarán la jornada en la que dejaron atrás las frustraciones y desesperanzas, para asumir el camino del bienestar y el progreso.
Todos saldremos a votar, romperemos record de participación, no importarán los desequilibrios que muestren la parcialidad del Consejo Nacional Electoral. Ese ventajismo lucirá pálido ante la blindada unidad nacional que estará en todos los centros electorales custodiando los votos para ganar.
Sera inútil el llanto del saliente, no habrá ofensa, amenaza, pataleo alguno que pueda impedir lo que se ve y se siente. El 7 de Octubre imaginaremos al cantante Hector La Voe resucitado y entonando “Todo tiene su final, nada dura para siempre…”
El fracaso rojito se ha evidenciado más de cerca en los últimos días. La campaña no le dice nada a nadie, solo intentan desprestigiar infructuosamente con interlocutores terribles, que dejan claro que su remedio ha sido peor que la enfermedad. En el llanto de Chávez se oculta su decepción.
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Al chavismo se les acaba el tiempo, están contra las cuerdas y a punto de caer por la fuerza de los votos. Esa es su peor pesadilla, nunca pensaron que Capriles llegaría tan lejos. Ahora, en la recta final no consiguen forma para revertir la peor campaña de su historia.
Pueblo a pueblo vemos como el país vibra de optimismo, la gorra tricolor se convirtió en un éxito comercial, dejando muy claro que la boina roja chavista ya pasó de moda.
Capriles no ha titubeado, día a día sigue mejorando, ha sido una campaña aleccionadora. Todos hemos aprendido. Hoy estamos preparados para ganar. Él ha hecho de la reconciliación uno de los puntos centrales de su discurso, y el pueblo confía.
Es un sueño general y una pesadilla para el régimen. No pueden dormir ninguno de los dirigentes chavistas, porque saben que estafaron al pueblo. El insomnio se hace más fuerte ahora que conocen que sus seguidores comienzan a creer que será Capriles, quien cumpla los compromisos de la revolución fraudulenta.
Este jueves tendremos nuevamente al flaquito en la zona norte de Anzoátegui. Estará cerrando la campaña en Puerto La Cruz.
Por: Felipe Mujica / @FelipeMujica