Para la Mesa de la Unidad Democrática, Venezuela vive una de las peores crisis universitarias de su historia tras años de acoso gubernamental mediante el cual se ha buscando doblegar sistemáticamente a las universidades autónomas y algunas de las experimentales, atentando consuetudinariamente contra su autonomía política y financiera.
La Unidad fijó posición sobre esta problemática a través de Félix Tapia, integrante de su Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Unidad Técnica, quien afirma que en paralelo las universidades privadas han sido ignoradas y sus autoridades descalificadas por opinar sobre ésta situación.
“Este acoso gubernamental a la autonomía universitaria, condición esencial de la existencia de las universidades autónomas y algunas de las experimentales, se expresa en una reducción del presupuesto anual destinado al funcionamiento académico, lo cual afecta las actividades académicas y de investigación, así como el postgrado, bibliotecas, extensión y atención a los estudiantes”, detalló Tapia.
Considera además, que la autonomía ha sido también violada mediante la distorsión de los mecanismos de elección de las autoridades y de otras instancias de cogobierno.
A todo el cerco descrito, Tapia agrega los persistentes ataques a la infraestructura por bandas armadas afines al gobierno que han producido daños irreparables al patrimonio y al desarrollo de las actividades académicas.
“La política oficial hacia el sistema de educación superior ha sido la misma que en otras áreas claves para la vida nacional: montar un sistema paralelo, convirtiendo institutos tecnológicos en universidades, con currículos controlados e ideologizado”, señala el vocero de la Unidad.
Ese mismo sistema, indica, también se ha aplicado a la representación gremial, aplastando así cualquier acuerdo establecido durante la Venezuela civil y democrática, en la cual los presupuestos universitarios eran el resultado de negociaciones entre el Ejecutivo y las autoridades universitarias y los salarios de docentes y administrativos se acordaban en consulta con gremios y sindicatos. A su juicio, la descapitalización del recurso humano es uno de los objetivos del sistema paralelo.
“Como consecuencia de esta política perversa, la producción científica en Venezuela, 98 por ciento de la cual es originada en laboratorios de las universidades Central de Venezuela, Los Andes, Simón Bolívar, Zulia, Oriente y Carabobo y en el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, ha caído 37,5% en los últimos 5 años”, precisa Tapia.
Ahondando en la política de acoso económico del gobierno hacia las universidades autónomas y algunas experimentales, el técnico de la MUD destaca que la falta de fondos para la investigación unida a los vaivenes del Ejecutivo en materia académica, como la reforma de la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación (Locti) y la sustitución del Programa de Promoción de Investigadores por el Programa de Estímulo a la Innovación e Investigación, han sido perjudiciales para las universidades, contribuyendo a mermar la posición del país en el universo académico con caídas notable en los índices científicos y universitarios latinoamericanos.
“Venezuela requiere de universidades competitivas, capaces de construir la sociedad de la información y la sociedad del conocimiento que necesita el país. Solo en democracia, ciudadanos informados podrán generar bienes y servicios que favorezcan a toda la sociedad”, puntualizó.
[Fuente: Prensa Unidad Venezuela]