¿Sueñas con hacer un trío? Sigue estos tips y todo saldrá bien

Un hombre con dos mujeres. Dos hombres con una mujer. En un hotel, en un club swinger o en algún lugar exótico. Las posibilidades son muchas. Mucha gente lo desea en silencio y otra tanta se empieza a animar sugerirlo en la pareja. ¿Hay que plantearlo? ¿De qué manera? Lo importante, asegura una experta, es que todo sea consensuado, con mucho cuidado y límites claros. Consejos, tips y datos de una especialista.

Muchos tenemos la fantasía del trío la tenemos en nuestra cabeza, de ahí la llevamos a la cama “cada uno por su lado”: tienes sexo sólo con tu pareja, piensas en agregar a otra persona pero no se lo dices. Pero, si existiera la confianza adecuada, se lo cuentas, comparten las fantasía y se enriquecen con las ideas de ambos.

¿El otro, es hombre o mujer? ¿Él se enciende con la idea de que estés con otra mientras las mira? ¿Prefiere que las dos estén con él y lo atiendan como geishas? Y tu, ¿quieres que la penetre o prefieres ser quien reciba toda la atención?

Y llega el momento de la “conversación”, que es cuando alguno de los dos (generalmente él), fuera de la cama, en frío, dice: “Mi amor, ¿y si probamos?”. Y nosotras contestamos: “¿Te parece?”. A partir de ese momento viene lo más difícil: quién, cómo, dónde, límites, celos…

Y empieza la búsqueda: el chat, lugares de contactos, páginas swingers… y dos opciones básicas: la prostituta (reglas claras pero frías) y la mujer de la “vida real” (complicado cuando ni nosotras sabemos hasta dónde somos capaces de llegar).

De la fantasía a la realidad

Y, sí, a ellos los excita mucho la idea de hacer un trío… Y a muchas de nosotras también.

Lo ideal, a mi criterio, es dejar que la fantasía madure antes de llevarla a la práctica. Sobre todo, si tu idea es hacerlo con tu pareja real, porque hay un después que puede complicarse.

Los que siguen son consejos para parejas que están en una relación afectiva además de sexual.

Reglas básicas para un trío

• Piénsalo muy bien antes.
• Háganlo porque ambos quieren. ¡No sólo él!
• Pacten muy bien los NO de antemano. Generalmente, tus límites y tus miedos van a ser mayores que los de él. Que te respete. Y es obligatorio pensar todo en frío, porque los límites cambian en caliente y después hay arrepentimientos.
• Expliquen muy bien la fantasía de cada uno. Cuanto más claro esté todo, más van a disfrutar.
• La persona elegida, hombre o mujer, te tiene gustar a ti, es importantísimo que te sientas cómoda.
• No te olvides: tú eres la estrella de la noche y no esa tercera persona. Pídele a tu pareja que te cuide y te contenga, es fundamental. Al primer signo de incomodidad, tienen que cortar la situación inmediatamente.
• Ve despacio. Tomate tu tiempo. Disfruta de la fantasía, de la búsqueda y de la consumación. Piensa que siempre hay tiempo para seguir probando. No intentes todo la primera vez.

Variantes más sencillas para empezar

• Juguete de doble penetración. Él se lo pone e introduce su miembro en tu vagina y “el de mentira” por detrás o al revés. Lo ideal es que sea vertebrado y con vibrador.
• Chat erótico.  Hay páginas muy recomendables, sumamente serias, en las que se van a encontrar con personas en la misma búsqueda. También puedes escribirte con alguien mientras tu pareja te toca sin participar del diálogo.
• Sexo virtual.  Puedes mirar y que te miren a través de una Webcams. Puede ser con alguna pareja o con una mujer o un hombre.

Los clubes swinger, un buen lugar

Es una excelente alternativa para abrir el juego. Puedes recorrerlo, ver cómo funciona. Lo bueno es que el respeto es absoluto y los NO se respetan a rajatabla.

Si tengo que aconsejar, la primera vez no hagas nada: sólo mira, fíjate qué te pasa y qué le pasa a él. Pero, decidan lo que decidan, respeten lo hablado antes de entrar. Así aparezca el hombre más guapo o la mujer más bella, si pautaron que esa noche “nada”, o sólo entre ustedes… ¡Hagan nada más que eso! Es la única forma de que la pareja salga tan unida como entró.

Dato adicional, no es todo para ellos

Si lo haces es porque tú también tienes ganas y la idea los entusiasma a los dos, aunque, “el beneficiario aparente” sea él.  Y si tu eres quien toma la iniciativa…muy posiblemente a tu pareja le den ganas  de devolverte el favor.

Y…  por último ¿Te animas?

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