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Memoria de elefante. Un dicho popular que, con mayor o menor rigor científico por el momento, todos tenemos presentes al pensar en estos animales y que ahora podemos creer un poco más tras saber que una manada de elefantes regresaron al lugar donde uno fue arrollado por un tren para realizar su pequeño acto de venganza.
La semana pasada, un tren atropelló a un elefante a su paso por la aldea de Matari (India). Como respuesta, quince elefantes de la misma manada han regresado al lugar todos los días desde el accidente que acabó con la vida de su compañero. Sin embargo, hay un detalle que tiene a los vecinos un tanto intranquilos: Los animales se han dedicado a interrumpir el servicio de trenes y causado daños en las casa de los alrededores.
La población de la aldea está segura de que estas acciones se deben al accidente que acabó con la vida de uno de ellos. Intentaron ahuyentarlos con petardos -un ruido que espanta a cualquier animal- pero los elefantes se mantuvieron en guardia en las inmediaciones de la vía del tren. Según los expertos, los elefantes no vuelven al lugar por entender que ahí falleció un compañero, sino «para intentar rescatarlo».
La Doctora Srivastava de la ONG Wildlife afirmó que la manada tiene un vínculo tan fuerte entre sí que probablemente seguirán acudiendo a diario a buscar a su compañero perdido durante un tiempo, según explica examiner.com. Sin embargo, muchas personas creen que los elefantes sí entienden que han perdido a uno de los suyos y es su forma de realizar el duelo.
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La experta explicó que cuando un elefante muere en su hábitat natural, los otros lo cubren con ramas y palos en una especie de rito de inhumación, por lo que pensar que esto sea parte de su duelo o que acudan al punto del accidente a buscarlo, no parece tan extraño.