La tesis de que Cristóbal Colón fue en realidad el hidalgo portugués Pedro Ataíde y ocultó su identidad será puesta a prueba si prospera el proyecto para analizar el ADN de los restos de un familiar de aquel personaje luso.
El ingeniero Fernando Branco, autor del libro "Cristóbal Colón, noble portugués", aseguró en una entrevista con EFE que si logra recabar "el apoyo de un número importante de ciudadanos" iniciará los trámites para exhumar el cadáver del pariente de Ataíde.
La localización de esos restos se mantiene en secreto, pero Branco asegura saber dónde reposa el cuerpo de ese familiar del hidalgo luso que, según su libro, pasó a la historia como Colón.
"Necesitamos autorización para analizar los restos, por eso no divulgo en el libro dónde esta enterrado el cuerpo", explica Branco, cuya obra, publicada el mes pasado, contradice la versión oficial de que el descubridor de América nació en Génova (Italia).
Las muestras obtenidas de esos restos, agrega, tendrían que ser cotejadas con el ADN de Diego Colón, hermano del gran navegante, que ya analizaron, en la década pasada, peritos españoles en Sevilla, donde reposan sus restos.
Fernando Branco no es el primer escritor luso en defender que el hombre que llegó en 1492 al continente americano tiene origen portugués, aunque sí es el único que ha revelado cuál podría ser su identidad exacta.
Tras comparar los datos históricos sobre el almirante y el hidalgo, su libro recoge 63 coincidencias que le llevan a pensar que Ataíde decidió en 1476, después de la batalla de San Vicente, cambiarse de nombre por motivos de seguridad.
"Los ingenieros no solemos decir que estamos plenamente convencidos, pero sí puedo asegurar que nunca vi una mejor hipótesis -sobre el origen de Cristóbal Colón- que ésta", subraya.
En su opinión, la corriente "genovista" apenas tiene argumentos para defender que el navegante era italiano, y atribuye su origen a un mero error tipográfico en un documento.
"Las tesis de Génova son muy débiles -explica- y consideran que Cristóbal Colón procede de la familia Colombo porque los Reyes Católicos escribieron una carta que en catalán tradujo el apellido del marino a ‘Colom’, que quiere decir ‘paloma’… Y para la que en italiano se utiliza ‘colombo’".
Branco recuerda, asimismo, que los diarios de navegación de Colón están escritos en castellano y salpicados de numerosas expresiones portuguesas y alguna catalana.
La coincidencia que le acabó por convencer de que Pedro Ataíde, apodado "El Corsario", fue en realidad Cristóbal Colón, la encontró en el diario de a bordo del almirante, citado por su hijo Fernando Colón en el libro que escribió sobre su padre.
"Tras el descubrimiento de América, Colón para en la Isla de Santa María, en el archipiélago luso de las Azores, donde vivían menos de cien personas. Ahí se encuentra con el lugarteniente Joao da Castanheira, al que dice que conoce bien, pese a que no era un noble ni nada parecido", señala.
Branco cree que el lugarteniente debía ser natural de la población de Castanheira do Ribatejo, una tierra bajo control de la familia Ataíde, lo cual explicaría que se hubiesen encontrado con anterioridad.
La investigación del ingeniero portugués ha sido reconocida por la Academia de Historia lusa, y él se muestra convencido de que si Pedro Ataíde decidió cambiar de identidad y llamarse Cristóbal Colón fue por miedo a perder la vida y sus privilegios de noble.
Ataíde estuvo envuelto en una conjura contra el rey portugués Joao II a instancias de la Reina Isabel la Católica de España, a finales del siglo XV, y un primo suyo fue asesinado por los seguidores del monarca, afirma.
Después, "los Reyes Católicos quisieron retirar poderes a algunos nobles, y el origen luso podía dificultarle mantener los títulos de Almirante de Indias y las riquezas acumuladas".
El autor de la última de una larga lista de obras sobre los orígenes del navegante afirma que su objetivo pasa ahora por "corregir" la Historia, aunque asegura que comenzó a investigar solo por afición y para intentar resolver los misterios que aún rodean a Colón.