Un niño con una pistola en la mano se pone frente al supuesto espía del Mosad Mohamed Mussalam y aprieta el gatillo. La víctima, ataviada con el buzo naranja de todos los anteriores rehenes ejecutados, cae al suelo y de forma inmediata el niño vuelve a disparar en dos ocasiones al grito de ¡Dios es grande!
El grupo yihadista Estado Islámico (EI) da un paso más en su macabra historia de vídeos de asesinatos ante las cámaras y esta vez cede a un menor el papel de verdugo. La grabación dura catorce minutos y está dividida en dos partes, la primera es la confesión de Mussalam, joven de Jerusalén Este que confiesa haber sido reclutado por la inteligencia israelí para viajar al califato e informar sobre la presencia de palestinos en las filas del EI.
En la segunda, el joven palestino es acompañado por el niño y un hombre de barba negra que, en perfecto francés, envía un mensaje a Israel diciendo que «vuestros espías acaben a los pies de los leones» y que el grupo tiene «los ojos puestos en Jerusalén».
Revelan nombres de espías del Mossad
Subtitulado al árabe e inglés, el encargado de leer el mensaje ante las cámaras recuerda también que «Alá nos ha permitido matar a vuestros seguidores en su bastión de Francia», en referencia a los cuatro judíos muertos en el ataque al supermercado kosher de París en enero, 24 horas después del asalto al semanario «Charlie Hebdo». Al final del vídeo aparecen identidades de presuntos espías del Mossadcon una serie de fichas donde figuran sus nombres, fotografías recientes, trabajo y la dirección exacta de sus casas.
El nombre de Mohamed Musallam saltó a los medios en febrero después de que el EI incluyera su confesión en el último número de su revista «Dabiq». En el texto de los yihadistas se recogen los detalles de su entrenamiento con los servicios israelíes, el sueldo que recibía a cambio, que variaba en función de la calidad de la información, y los ánimos por parte de sus allegados para colaborar con la seguridad del estado judío. Su familia reaccionó de forma inmediata admitiendo que el joven, de 19 años, había viajado a Siria, pero negó su relación con la inteligencia israelí. Su padre declaró a la agencia AFP que «mi hijo es inocente» y aseguró que el EI «lo acusa porque intentó fugarse».
Fuente [Abc.es]