Un centenar de incendios azotaban el lunes el norte de España, alimentados por vientos fuertes y secos y unas temperaturas inusualmente altas para la época en esta zona, por lo general lluviosa.
Unos 300 bomberos y militares, apoyados por nueve hidroaviones, daban la batalla contra los 99 incendios forestales declarados en la frondosa región de Asturias, indicaron los servicios locales de emergencias. Otros 18 fuegos estaban activos en la vecina región de Cantabria.
Los fuegos se vieron alimentados por vientos fuertes del sur, con rachas de hasta 100 kilómetros por hora. De momento no se dio parte de heridos ni fallecidos.
El otro factor clave eran las altas temperaturas, según las autoridades. El domingo se alcanzaron los 25 grados centígrados en Gijón, la mayor ciudad de Asturias, según la agencia nacional meteorológica, Aemet.
Toda la región afrontaba este lunes un riesgo “muy alto” e incluso “extremo” de incendio, según el gobierno asturiano.
Por su lado, el presidente regional de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, instó a los vecinos a ser vigilantes, y advirtió que para el martes se esperan vientos de “muchísima potencia”.
“Esto es una desgracia tremenda”, dijo Revilla en un video publicado en las redes sociales.
En España, los incendios son más habituales en verano, y principalmente en las regiones del sur y la costa mediterránea, más áridas. En invierno son muy inusuales, máxime en zonas húmedas como Asturias y Cantabria.