Los que trabajamos en marketing digital, estamos acostumbrados a esas sentencias tajantes que se suelen pronunciar en la prensa marketiniana: “El SEO ha muerto,” “PPC ya está saturado.” “Social Media ha cambiado todo.” Hoy me gustaría dejar de lado estas contundencias y hablar del e-mail marketing, canal calumniado y ocasionalmente tachado de anticuado, pero que sigue muy vivo como puede confirmar cualquier profesional de e-commerce. El correo electrónico nos aporta una línea directa de comunicación hacia personas reales, que convierten y compran.
En un estudio reciente de Econsultancy/Adestra, el 66% de los 1.300 de los profesionales del marketing encuestados afirmó que el ROI en este canal es solo superado por el ROI en SEO.
En el caso del e-mail marketing, los usuarios de correo electrónico son cada vez más perspicaces y exigentes y están expuestos a una oferta más amplia, por lo que diferenciarnos de la competencia implica tener una estrategia sólida, pero también tratar este canal con la sensibilidad que merecen los usuarios. Estos son algunos consejos que pueden ayudarte a lanzar una buena campaña de e-mail marketing.
Genera confianza en los mensajes de tu campaña
La confianza es clave en cualquier campaña de e-mail marketing. El correo electrónico es una herramienta utilizada por millones de personas en nuestro país, pero ninguna tiene la paciencia para leer comunicaciones comerciales que no sean útiles, divertidas o valiosas. Si tus correos y sus contenidos son realmente propuestas de valor para tus usuarios, ganarás su confianza y lealtad.
Cuando pedimos el registro de un usuario nuevo, es aconsejable mostrar lo que vamos a mandar y con qué frecuencia. Cada vez es más común que las empresas exhiban en su web un ejemplar de su newsletter o que dejen al usuario elegir cada cuánto recibirá comunicaciones por e-mail. De esta manera, el usuario sabe lo que le espera y no tiene sorpresas desagradables. Esto va más alla de la aceptación de términos y condiciones legales, es una declaración de intenciones: la voluntad de tu organización de actuar con transparencia.
La redacción y enfoque adecuados ayudan en la conversión
En cuanto a la redacción, evidentemente no es recomendable abusar de la puntuación (¡!¡!) ni de un lenguaje spamero con términos como “gratis”, “urgente” o “atención” ni tampoco deberíamos utilizar en exceso mayúsculas en el asunto. Benchmarkemail.com nos ofrece una lista completa de términos spameros en castellano.
Nuestro mensaje debería ir enfocado a mantener la atención del usuario y ganar su confianza. Se puede probar con distintos formatos de contenido y experimentar con el tono. Para correos de carácter comercial, generalmente empleamos un lenguaje persuasivo, ameno y creativo pero debe de ser breve y simple a la vez. Si el mensaje es largo, confuso, aburrido, agresivo o pedante no impactará entre las personas. Mira tu propia bandeja de entrada: ¿Cuáles son las propuestas comerciales que lees? ¿Cuáles no? ¿Por qué? Eres usuario de correo electrónico y sabes perfectamente lo que te resulta atractivo, lo que no, y lo que te hace pasar a la acción.
Si te resulta complicado enfocar tu mensaje es posible que debas separarlo en más de un mailing. Las propuestas específicas que responden a necesidades reales o percibidas de tus clientes potenciales animarán a compartir tus contenidos. La inclusión de botones sociales en el correo también facilitará el seguimiento de tus ofertas y su difusión.
Procura que el mensaje de tu campaña de e-mail marketing sea claro
Por último, la claridad en nuestro mail y la oferta son fundamentales. Piensa en tu propio comportamiento: si recibes un mensaje promocional que te resulta engañoso o confuso en su oferta, ¿vuelves a hacer clic en un nuevo comunicado de la misma compañía? No, porque no eres tonto, y los subscritores de tu newsletter u ofertas tampoco lo son.
Todos hemos estado en muchas listas de distribución de correo electrónico con algún propósito comercial. Algunas mandan contenidos excelentes, otras no, con demasiada frecuencia o sin la suficiente, con ofertas a medida o que no nos interesan lo más mínimo o que no hemos solicitado… la clave es recordar que tras cada compra y comportamiento, en analytics hay una persona real.
Fuente: ticbeat.com