La cantante de country pop, Taylor Swift, ofrecía un concierto en el mítico escenario O2 Arena en Londres cuando un, muy espontáneo fan, se subió al escenario para llegar hasta la artista.
Todo el espectáculo trasncurría con normalidad hasta que, en medio de «We Are Never Ever Getting Back Together», un fan corrió hasta el escenario, subió las escaleras y logró su cometido: entregarle una carta a Swift en sus manos.
Ante la situación la cantante solo optó por sonreír, aceptar la nota y darle la mano. De inmediato la seguridad de la cantante sujetó al chico y lo sacó del escenario.
Para los fanáticos se trata de un gran experiencias, sin embargo para los artistas representa un gran peligro, ya que nunca se sabe la reacción o el propósito que esta persona tendrá al encontrarse frente a ellos.
[Fuente: evempro.com]