Toyota Motor está definiendo los planes para la construcción de su primera planta de ensamblaje de autos de pasajeros en México, que podría ser aprobada por el directorio de la automotriz a partir del mes próximo, de acuerdo a tres fuentes familiarizadas con el asunto.
La instalación fabricaría el popular sedan compacto Corolla y comenzaría a producir en 2019. En base a recientes inversiones de automotrices rivales, incluyendo a Volkswagen, una nueva planta de ensamblaje podría representar una inversión de más de 1,000 millones de dólares para Toyota.
La luz verde para la planta sugeriría el final de tres años de congelamiento de los planes de expansión impuesto por el presidente de la automotriz, Akio Toyoda, quien ha culpado a las enormes inversiones de hace una década por los problemas de calidad y una crisis sobre llamados a revisión de vehículos surgida en 2009.
El año pasado, Toyoda pidió a los ejecutivos que buscaban un lugar de construcción adecuado en México que hicieran una pausa y revisaran los fundamentos del proyecto, según fuentes cercanas al tema, e instó a sus ejecutivos a elevar la producción de sus fábricas actuales.
Toyota es uno de los pocos fabricantes de autos masivos que no tiene un centro de producción a gran escala en México, país que atrae a las automotrices y otros proveedores gracias a sus bajos costos laborales y el acceso a Estados Unidos, el mayor mercado de la compañía japonesa.
La automotriz cuenta con una planta en Baja California que produce a la camioneta de carga Tacoma, pero no tiene una fábrica de ensamblaje de autos en el país.
El año pasado, funcionarios mexicanos propusieron media docena de sitios para la construcción de la nueva planta y los ejecutivos de Toyota están interesados en una zona en Guanajuato, según dos fuentes familiarizadas con las discusiones.
Recientemente, una delegación de ejecutivos de Toyota pasó una semana en Guanajuato y actualmente sostiene conversaciones con funcionarios del gobierno local sobre un posible terreno que daría a la automotriz suficiente espacio para expandirse en el futuro, señaló una de las fuentes.
«Siempre estamos evaluando nuestra capacidad de producción en México y en Norteamérica en general, a fin de estar en línea con la demanda del mercado local, pero no se ha tomado una decisión todavía», dijo a Reuters Itsuki Kurosu, un portavoz de Toyota.
Un funcionario de la Secretaría de Economía no hizo comentarios de inmediato sobre los planes de Toyota en el país. Un portavoz de la Secretaría de Desarrollo Económico de Guanajuato declinó emitir declaraciones.
Ola mexicana
La planta en México produciría una nueva generación del Corolla, que también se fabricará en una instalación en Japón, dijeron personas con conocimiento de los planes de la empresa.
Toyota dijo que vendió cerca de 340,000 unidades Corolla el año pasado tan sólo en Estados Unidos.
Mazda Motor abrió una planta ensambladora en Guanajuato a inicios del año pasado, que también producirá vehículos para Toyota bajo un acuerdo entre ambas automotrices.
En junio del año pasado, Daimler y Nissan Motor anunciaron planes para construir en alianza una planta pequeña en México con una inversión de 1,400 millones de dólares.
La ola de nuevas inversiones de fabricantes de autos ha llevado a cientos de proveedores de autopartes japoneses a México en los últimos años. La producción de vehículos en México se duplicó a más de tres millones anuales en los cinco años que terminaron en 2014.
La planta de Toyota en Blue Springs, Misisipi, que abrió en 2011, fue la planta más reciente en entrar en operación en América del Norte.
Con capacidad de producción en México, los fabricantes japoneses de autos evitan el riesgo de un yen fuerte que recorte las ganancias por exportaciones y minimizan el riesgo de una interrupción en las ventas por contratiempos como disputas laborales que afectaron el ritmo del comercio a través de la costa oeste de Estados Unidos a inicios del año.
Fuente [Cnnexpansion.com]