¡Por ahí anda un flaquito con cara de presidente, ustedes saben que yo lo conozco muy bien y que ha dejado todo por su amor a Venezuela! Presentaba muy emocionada Erika De La Vega a Capriles, para luego fundirse en un sólido abrazo con todo un país como testigo.
Ese abrazo seguro nutrió de energía a un Capriles que venía de caminar 10 K al lado del pueblo venezolano, y que ahora nos decía en la Plaza Caracas que estaba a la orden de 28 millones de compatriotas para reconciliar a un país que merece ser impulsado hacia el progreso.
Nosotros partimos desde la Plaza Morelos, para conseguirnos con quien esperamos conduzca al país por el camino de la paz y el bienestar de un pueblo que pide a gritos amor. Ya basta de odios y divisiones.
Eso se respiraba en una caracas que vibró con sus calles llenas de color y de esperanza. Querer es poder y este pueblo entiende que su momento viene llegando.
El domingo marchó Capriles junto a la unidad por la paz y la reconciliación de los venezolanos.
Ahora, la emoción de la inscripción quedó atrás, comienza una nueva etapa. Estamos obligados a encontrarnos con todo el país. No solo es Capriles quien tiene la tarea de la reconciliación, nosotros debemos hacerlo con nuestros iguales. Es la reconciliación la gran victoria nacional.
Chávez tuvo una dura tarea en su acto de inscripción, a pesar de las casi 3 horas de discurso no dijo nada nuevo y tampoco disipó dudas sobre su salud. Por otro lado, su movilización no pudo opacar la manifestación popular que un día antes llevó Capriles. Y aquí entre nosotros, prefiero la corta y espontanea presentación de Erika que la tediosa introducción rodeada de genuflexión del veterano José Vicente Rangel.
Capriles tiene la maquina aceitada, está listo para una campaña donde podrá ver a todos los venezolanos a los ojos. Chávez se inscribió el lunes ¿Hará campaña? ¿La aguantará? Son interrogantes que llenan de incertidumbre a sus seguidores.
Las organizaciones opositoras perdieron en el pasado a mucho de sus activos políticos en la tolda rojita. Hoy tienen la obligación de recuperarlo con intensidad. Ahí está la diferencia entre ganar y perder. Venceremos al chavismo con sus votos.
Los blancos, verdes y naranjas que se unieron en el pasado al Polo Patriotico, hoy se dan cuenta que de patriótico no queda nada, más bien luce claramente como un polo patético que día a día padece de múltiples deserciones.
Todos somos necesarios para consolidar la victoria, debemos hablar de una unidad real que salga a encontrarse con todos los venezolanos, brindando la confianza que el nuevo presidente, lo será de unos y otros sin distinción alguna.
El domingo a muchos les quedó claro que si Hay un Camino.
Por: Felipe Elías Mujica