De seguro te ha pasado. Un día cualquiera llegas a casa buscando un objeto que dejaste en un lugar específico. No lo encuentras y comienzas a buscar en todos lados… pero si estabas segurísima de haberlo puesto allí mismo. A los días o semanas lo hallas en el lugar donde lo colocaste la primera vez. ¿Qué te dice tu madre? “Debe haber sido un duende…”
¿Te has preguntado de dónde proviene la idea sobre estas criaturas? Fueron los germanos los que hace cientos de años comenzaron a hablar sobre estas criaturas que medían menos de un metro de estatura y tenían una piel de aspecto verdoso. A veces con grandes narices o con aspecto senil. Muchos dicen que son primos de las hadas.
También se les conoce (según el lugar) como elfos o goblins. En la mitología alemana, se les consideraba una especie de dioses de la naturaleza, incluso relacionados con la fertilidad. Existen muchas leyendas sobre ellos que les dan características diversas. En el folklore alemán por ejemplo,se cuenta sobre un duende que aparecía cuando las personas estaban desfallecientes.
En general casi todas las tradiciones europeas concuerdan en que son seres que cuando se cruzan con humanos pueden ayudarlos o dañarlos según su estado de ánimo o lo que perciban de la persona además . Y es por eso que hay que tener mucho cuidado si nos cruzamos con uno de ellos…
El duende irlandés y la olla de oroSi no has escuchado sobre la olla de oro, te perdiste un gran cuento en tu infancia. Cuentan que los duendes son muy buenos con las manos, por lo que son buenísimos zapateros. Pero también se dedican a un oficio muy interesante: forjan monedas de oro. Por tanto poseen una gran fortuna (¿te hacer recordar a los enanos de Blancanieves en la mina?) que a veces utilizan para tentar a los hombres. Se cuenta que los duendes son dueños de una gran fortunaLo que se dice de ellos es que si nos topamos con uno no pueden desaparecer mientras los estamos mirando, pero en tanto se desvíe nuestra mirada se desvanecen instantáneamente.
Una historia sobre duendesHasta aquí te he contado lo que comúnmente se sabe sobre estos seres mágicos. Sin embargo, quiero contarte una historia que vivió una amiga en carne propia. Sus papás compraron una casa un poco apartada de la ciudad porque tenían negocios por la zona. La propiedad era un poco antigua y rodeada de árboles.Al par de meses de haber llegado comenzaron a sucederse ciertos hechos raros. Las llaves no aparecían (las perdieron del todo no sé cuántas veces), los objetos como tazas, documentos, ropa o adornos parecían cambiar de lugar. A veces se escuchaban ruiditos en las habitaciones contiguas y cuando iban no encontraban absolutamente nada.Pero lo más problemático pasó unos meses después cuando el papá de mi amiga tenía que presentar un informe en una reunión para un negocio importante. Dejó la carpeta lista con los papeles cerca a la puerta y a la mañana siguiente no estaba. Faltaban aún un par de horas para que se diera el encuentro y comenzaron a buscar por todos los rincones. ¡Parecía imposible!Una criatura pequeña y verdosa la quedó mirando.Toda la familia revisó mil veces por toda la casa, pero no había ni rastro. Mi amiga entró por tercera vez a su cuarto y se quedó petrificada. Detrás de su cama había un niño… No, pensándolo bien no era un niño. Era verdoso, pequeño y con grandes ojos. Tenía el folder entre sus manos. Al principio, ella no puedo reaccionar, fueron unos segundos que ambos se quedaron mirando.
Por fin reaccionó y volteó el rostro para llamar a sus padres, cuando regresó la mirada… el folder estaba encima de su cama pero nada más. La criatura desapareció.Después de eso, los sucesos se calmaron mucho. Solo muy de vez en cuando pasa algo “raro”. Sin embargo, y a pesar de todo, casi siempre se tratan de detalles que más parecen travesuras de niños que maldades. ¿Has escuchado alguna historia sobre duendes? ¿Crees que existen?