La fotografía de alimentos es quizás una de las más comunes y que nos rodean permanentemente sin que las lleguemos verdaderamente a observar. Existen una gran cantidad de concejos y trucos para la fotografía, muchas opiniones discordantes y opciones muy diferentes según si queremos sacar fotografía de alimentos en estudio, en la cocina, en restaurante, con objetivos profesionales o personales, con mucho equipo o con el mínimo posible.
A continuación te damos algunos consejos para tomar fotos como un experto
Primero que nada es importante seleccionar un lente largo, un telefoto de por ejemplo 100mm o más. El lente juega un papel importante porque normalmente vamos a querer que todo lo que se encuentra en el plato aparezca del mismo tamaño.
En cambio, si utilizamos un lente corto como un 50mm o menos, los primeros planos se verán mucho mas grandes comparados con lo que quede detrás de ellos. esto se acentúa con un lente gran angular, además de que un plato redondo se puede distorsionar de manera muy notoria y desagradable.
En cuanto a iluminación, es importante que nunca tomemos una fotografía de comida con flash directo. Esto causa una iluminación frontal muy plana, brillos muy desagradables y algunas sombras muy definidas.
Para lograr una iluminación agradable tenemos 2 opciones dependiendo del equipo que tengan.
La primera opción es trabajar con luz electrónica o flashes suavizadas con cajas de luz o sombrillas. Uno de los problemas de trabajar con flashes, es que necesitamos mucha potencia y en muchas ocasiones un flash de pilas suavizado.
Si tenemos un segundo flash, puede utilizarse para rellenar un poco las sombras que van a producir la luz principal. Esta segunda luz se debe suavizar con una caja de luz.
En caso de no contar con una segunda fuente de luz, podemos utilizar cartulinas blancas o plateadas para rebotar un poco de la luz del flash hacia la zonas sombreadas.
La segunda opción para iluminar una fotografía de alimentos es trabajar con luz natural.
Para iluminar un platillo con luz natural, es indispensable que montemos la cámara en un trípode, ya que estaremos utilizando velocidades muy bajas.
Las mejores fuentes de luz natural son las ventanas con cortinas traslúcidas ya que nos producen una iluminación muy suave. La luz que proviene de las ventanas no tiene temperatura de 5500K asi que tendremos que tomar nuestras precauciones para hacer un balance de blancos correcto y/o tomar una fotografía a una tarjeta gris para poder balancear nuestros archivos raw posteriormente. Hay que evitar a toda costa, que la luz directa del sol este sobre nuestro platillo para obtener fotos hermosas y perfectas.
Fuente: [cocinayvino.com]