El país considerado en vía segura para el desarrollo definitivo dentro de la región andina americana, posee una de las economías más diversificadas del planeta, y su ordenamiento prolongado durante 30 años viene generando frutos financieros hasta ser hoy el esquema monetario más estable de Sudamérica; con un crecimiento por encima del 2,5% interanual. Según expertos, al cierre de 2016 Chile crecerá casi al 3%.
Estos son los distintos tipos de visas para la residencia de extranjeros en Chile
La nación austral posee una de las menores inflaciones del continente. El Banco Central chileno aseguró en el primer trimestre de este año que, en la nación los índices inflacionarios descenderán del 4 al 3% para el primer semestre del año 2017, síntoma que fortalece la inversión extranjera y puede conllevar al alza de las tasas de interés. A pesar que Chile no escapa de las incertidumbres mundiales por la crisis petrolera y el descalabro de las regiones orientales, su economía sigue pisando terreno positivo, esto en parte por la explotación de recursos naturales como el coltan, cobre y el hierro.
Los buenos números alientan a una comunidad suramericana que desea hallar un sitio donde pueda sentar las bases para un futuro más prometedor de los que les ofrecen sus países de origen. En ese sentido, Chile se ha convertido en un espacio receptor de masas migratorias en los últimos años. Pero como toda nación, tiene un reglamento claro para poder permanecer legalmente allí, y si la cuestión se torna seria, residir en Chile demanda varios requisitos que se deben cumplir a cabalidad como:
Lo primero que hay que hacer para obtener una residencia permanente en Chile es solicitar un permiso de permanencia temporal; éste permiso está dividido en varias categorías para atender diferentes casos en la entrada al país, se le denomina “visa temporaria” y es extensible a cualquier ciudadano sin distingo de nacionalidad, siempre y cuando demuestre que ingresa a Chile para estudiar, trabajar, invitado profesional, religiosa o personalmente por alguien o una institución pública o privada. Los tipos de visas temporarias son:
- Visa estudiantil: permite estudiar en Chile por un lapso de un año, siendo prorrogada a solicitud de la parte, mientras se certifique la continuidad académica.
- Visa de trabajo y vacaciones: está dirigida a canadienses, neozelandeses y australianos que deseen permanecer en Chile durante un año, haciendo algunas labores cortas, o disfrutando de las bellezas naturales del país.
- Visa residente temporario sujeto a contrato: tiene una vigencia de un año, la cual puede ser extendida por más tiempo, mientras el empleador lo solicite. Las personas dependientes de éste visado como los cónyuges, hijos, padres o hermanos, no se les permite trabajar, sólo residir.
- Visa temporaria por vínculos: las personas con familiares que sean ciudadanos chilenos, o residentes legales, tienen permiso de estar en el país durante 12 meses sin derecho a trabajar. Es poco probable que le sea renovada por otro año más.
- Visa para inversionistas o comerciantes: su tramitación demanda mucha documentación porque requiere la presentación de un proyecto financiero que vaya acorde a las exigencias de las leyes chilenas; presentando también un capital monetario suficiente para costear gastos. Éste visado dura un año, y es prorrogable.
- Visa para jubilados y rentistas: personas de la tercera edad que demuestren ir a Chile de paseo o a visitar amigos y familiares.
- Visa para la comunidad Mercosur: los países integrantes de la organización del Mercado de Sur pueden obtener un permiso de estadía legal en Chile durante un año, extensible al culminar el tiempo. A ellos se les permite trabajar, invertir y estudiar.
Estas visas pueden ser tramitadas en cualquier consulado chileno del país de origen, presentando una solicitud formal e mostrando los requisitos, entre ellos: partida de nacimiento, documentación personal: DNI, Cédula, Pasaporte, etcétera; certificado de salud, y certificados que acrediten un posible puesto de trabajo u aceptación académica.
El Departamento de Estado chileno de Extranjería y Migración establece que estas residencias permanentes pueden ser renovadas por un lapso de 12 meses más, sin la oportunidad de una tercera vez. Transcurridos los dos años legales, el solicitante deberá pedir formalmente una residencia permanente al exponer sus lazos económicos y educativos con Chile.
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