Las relaciones sexuales en una relación seria pueden ser muy diversas
El sexo nunca es igual, incluso cuando estás en una relación, es por eso que, a continuación te mostramos 6 tipos de sexo que tienes cuando mantienes un compromiso con alguien.
1. Como si nunca antes hubieras tenido sexo
Y sí, nunca antes tuviste sexo, al menos no con esta nueva persona. Es el tiempo en que todo es nuevo y es la mejor cosa del mundo.
Tampoco es la primera vez que pasa, pero sí las primeras veces y eso lo hace increíble. Es el tiempo en que descubres algo nuevo en cada parte corporal de tu pareja.
Algo nuevo en cada curva y en cada sombra proyectada sobre la piel. Nunca te has sentido más plena.
2. Lo planeas, y luego no pasa
Quizás es la última noche que pasen juntos antes de separarse por un breve tiempo y quieres que esa noche sea especial.
Van a cenar, platican, se la pasan bien, tienen mucha energía y no pueden estar más felices, pero cuando llegan a casa, están cansados o quizás el food coma previo les impiden permanecer con los ojos abiertos.
No tener sexo nunca se había sentido tan bien.
3. Con la pasión que olvidaste que tenías
El sexo no siempre es la mejor cosa que has tenido. Algunas veces sólo es OK. Sigues la misma rutina, tienes el mismo sexo y siempre de la misma manera, hasta que un día, por accidente, encuentras la pasión de nuevo.
Ni siquiera caíste en cuenta en qué momento la rutina llegó a tu vida y simplemente olvidaste que ese nivel de pasión podía existir, pero siempre hay una manera de hacerla volver.
4. Con calma, tomándote todo el tiempo del mundo
A veces, simplemente no hay ninguna prisa. Van a estar juntos toda la noche, todo el día y ninguno de los dos tiene ningún deseo de estar en otro sitio.
Los movimientos se vuelven más lentos y no hay nada frenético porque sabes que puedes tener todo ello por horas, con pausas para comer y para tomar una siesta.
Hay días en que sólo desearás quedarte todo el tiempo con esa persona en la cama y no te arrepentirás por lo que dejaste de hacer en esas horas porque valió la pena.
5. Rápido, antes de ir al trabajo
Estás vestido, y de pronto, ya no lo estás. Quizás llegues tarde, o quizás no tengas tiempo para el desayuno, pero no importa, incluso si es rápido, valió la pena.
Siempre se puede culpar al metro, al transporte o al tráfico de por qué llegaste tarde.
6. No porque lo necesitas, sino porque lo quieres
Tienes sexo porque la otra persona está ahí y siempre estará dispuesto. No tienes sexo sólo porque se te antoje o porque no lo has tenido en mucho tiempo.
A veces, lo tienes porque sabes que hubo un tiempo en el que no tenías a alguien tan cerca que quisiera hacerlo cada que tú quisieras.
Quieres valorar lo que tienes ahora, a veces es increíble, a veces alucinante, a veces decepcionante, no siempre satisfactorio, pero te gusta.
Fuente: [actitudfem.com]