Dice Cipriano Toledo, psicoterapeuta, coach y director del Centro de Psicoterapias Avanzadas, que San Valentín brinda la oportunidad de evaluar a la pareja y el tipo de relación que cada uno tiene. Pero sobre todo es el momento para reflexionar si realmente se vive una relación satisfactoria, sana y que nos hace felices.
El psicoterapeuta ha elaborado la siguiente tipificación de parejas para que cada uno conozca a cuál pertenece, es una forma conocer si va con cada uno de nosotros. De todas formas, hay que considerar un principio básico: todas las formas de relación que se eligen libremente y donde ambas partes se sienten bien sin hacer daño a nadie son perfectas. Cualquier problema que pueda surgir puede convertirse en una buena oportunidad para construir una relación mejor o para abandonar la relación y buscar otra.
Los «in love»: Aquellos que miman la relación cada día, que se preocupan por el otro, que saben limitar el espacio de cada uno,… seguramente, es la única situación que no hay que tocar. «En este caso, todos los días son San Valentín, el único problema es quien cuelga el teléfono primero —comenta Toledo—. Solo cabe un consejo: disfrutar».
Aficiones compartidas: «Compartir pasiones es una gran forma de vivir en pareja», asegura el psicoterapeuta. El solo hecho de tener una o varias pasiones en la vida hace que esta se viva con intensidad y si además, se tiene la suerte de poder compartirlas con la pareja, es perfecto. Como en el anterior caso, el consejo en este caso es tan solo disfrutar.
Amigos con derecho a roce: Los hay que han establecido su relación bajo el parámetro de una buena amistad en la que también se incluyen relaciones íntimas altamente satisfactorias. Como comenta el experto, «esta es también una gran forma de relación. De hecho para muchas parejas sería el paradigma de felicidad». Normalmente, en este tipo de parejas hay diálogo y empatía. No hay nada que una pareja así no pueda conseguir, ni ningún problema que no pueda afrontar. El mejor consejo para este tipo de relación es: para qué cambiar algo que funciona.
Unidos por la hipoteca y los hijos: En ellos el único nexo de unión es la hipoteca que pagan cada mes y los hijos que han tenido. La rutina se ha establecido en ellos de manera alarmante. «Este tipo de relación hay que verla como una oportunidad para redescubrirse, de volver a conocerse y, quizás, de volver a enamorarse», afirma Toledo. «Si crees que tu relación merece una oportunidad, San Valentín es un buen momento para dársela».
Los que no se soportan: En muchas relaciones, tras pasar momentos duros de la vida, se descuida a la pareja y este comportamiento se convierte en costumbre. «La mente busca acomodarse a cualquier situación, buena o mala y una vez conseguido hace de ello un patrón de vida», declara el experto. «A veces somos infelices por costumbre. Si esa persona, a la que ahora no soportas, fue el amor de tu vida, merecéis la oportunidad de volver a serlo y, si no puede ser, al menos tener la oportunidad de una nueva pareja», aconseja el experto.
Fuente [Abc.es]