Definitivamente nuestro hermoso y valioso país, no es el mismo luego de las primarias de oposición llevadas a cabo el 12 de Febrero, por cierto, con un éxito rotundo y fenomenal, totalmente plausible y celebrable.
Tanto daño ha causado dicho éxito, que se han producido acontecimientos que, solo pueden ser interpretados, como desesperación, confusión en las filas oficialistas. Error tras error, multiplicación de las invasiones, incluso llenas de violencia armada, búsqueda de desestabilización.
Así es, shows por doquier, intentos de contrarrestar el éxito obtenido, que es imposible de opacar. Ya el pueblo dejó de tener la vista turbia, ahora ve con claridad y entendimiento, la gente ha dejado de creer tonterías e inventos, la gente quiere respuestas claras, la gente está cansada de guabineo, el pueblo ansía representantes del gobierno que den respuestas lógicas y, que estén respaldadas con hechos, el pueblo quiere cosas tangibles.
Y es que, ni siquiera han logrado ponerse de acuerdo para comunicar de manera coherente a la nación. Para su desdicha, recientemente ha tenido que ausentarse el líder máximo, dejando a los suplentes absolutamente “perdidos en el espacio”, no logran dirigir este barco.
Pero, debemos ser muy cautelosos, primero que nada, no aflojar la cuerda pensando que todo ya está resuelto; ahora es que nos queda trabajo arduo por delante y, debemos cumplirlo a la altura.
Por otra parte, debemos brindar nuestro apoyo al líder que ha resultado electo por nosotros mismos, para representarnos en la batalla electoral y, con la meta de que, esta persona sea nuestro próximo gobernante. Pero, aportemos, ofrezcamos críticas constructivas, demos nuestro más humilde y sincero voto de confianza, porque si, actuamos como personas con las que he tenido la oportunidad de conversar – afortunadamente muy pero muy pocas – quienes, aun opinan que la oposición no sirve, que no saldremos adelante, quienes aun no creen en que la oposición venezolana, efectivamente ha madurado y, por convicción, no quieren ofrecerle su apoyo (siendo “opositores”) al líder de la oposición, entonces, ¿qué nos queda?.
Debemos acabar aun, con este tipo de diatribas y búsquedas de protagonismo, que no conducen a nada positivo, debemos acabar de entender de una vez por todas, que unidos, es la manera contundente de lograr un cambio y una alternancia gubernamental, de lograr que el país retome su camino hacia el progreso y el avance. Señores, debemos comprender que no es cualquier contienda política, que se trata de un gobierno autócrata dictatorial, que busca su perpetuidad en el poder.
Muy afortunadamente, los números nos alientan a continuar la lucha y, nos dan la razón, de que el pueblo venezolano no es tonto ni se deja manejar. Saldremos adelante y obtendremos el país realmente anhelado por todos.
Por Enrique J. Mundarain Egui / @emundara