¿Tenemos los latinoamericanos alma de superhéroes?

Los superhéroes siempre han estado presentes en América Latina aportándonos su influencia en millones de niños y niñas a lo largo de nuestra historia reciente. En muchos casos, la popularidad que tuvieron y tienen estos personajes ha traído como consecuencia la adaptación de sus características psicológicas a nuestra vida cotidiana, desde la infancia hasta la adultez.

Tal es el caso de Batman, quien se caracteriza por ser un superhéroe sin poderes sobrenaturales, pero con mucho poder adquisitivo y una gran inteligencia. Esta última le sirve para idear los mejores artilugios para vencer a sus oponentes. Tal como lo hacemos muchas personas en América Latina, quienes en la mayoría de los casos apelamos a nuestra inteligencia y astucia, aprovechando al máximo los recursos de los que disponemos, para cumplir la importante misión de llevar sustento diario a nuestros hogares.

Otro ejemplo es Superman, quien vino de otro planeta, con habilidades que los humanos promedio consideramos poderes especiales para solucionar todos los conflictos en un mínimo de tiempo. Como él, muchos latinoamericanos se destacan en Europa y Estados Unidos (una especie de otro mundo) por su capacidad para adaptarse y resolver problemas sin poner excusas… Quizás, al igual que el icónico héroe de la capa roja, su debilidad es la tristeza por estar lejos de casa, pues el arraigo familiar es una especie de kriptonita que hace florecer la nostalgia.

AquaMan tiene la habilidad de hablar con los peces de todo el mundo para saber cuáles son los inconvenientes que aquejan a todas las personas en cualquier parte del globo terráqueo. Esta característica psicológica se ve materializada cuando somos capaces de sentir empatía por nuestros semejantes, pues los latinos somos personas cordiales y nuestros diplomáticos tienen buenas relaciones con la gran mayoría de los países y gobiernos del mundo.

En el caso de las damas no puede faltar una referencia a la súper heroína por excelencia, la “Mujer Maravilla” quien con su avión y el lazo de la justicia da auxilio a todas las personas que la necesitan. Se asemeja a todas las mujeres de nuestros países latinos, quienes nos caracterizamos por ser aguerridas, bellas, valientes y con ganas trabajar tanto o más que cualquier hombre para conseguir el pan diario para nuestras familias.

Nuestros propios héroes

Vamos a echar una ojeada hacia la historia de los superhéroes en América Latina, donde las escuelas de mayor relevancia con respecto a comics se encuentran en Argentina, México y Colombia.

El Indio Patoruzú fue el primer superhéroe ideado en 1928 por Dante Quintero en Argentina. En dicha tira cómica los visitantes españoles eran considerados como gigantes forzudos frente a quienes se alzo este indio. Este personaje es un ícono de la ilustración multitudinaria argentina.

Unos años más acá, en 1970, el mexicano Roberto Gómez Bolaños creó al Chapulín Colorado, quien era una especie de insecto con antenas vestido rojo y un corazón amarillo en el pecho dentro del cual tenía una CH. Este personaje acudía al llamado de las personas cuando estaban en una situación de auxilio. Lo ideó primero a modo de caricatura y luego lo llevó a la pantalla chica con personajes de la vida real, entre los cuales el protagonista era su propio creador.

Finalmente tenemos al Zorro, héroe de todos los tiempos, quien se encarga de defender a todos los vejados por las injusticias de los gobernantes. Viaja en su fiel caballo Tornado. Este personaje emplea como armas una espada y un látigo por medio de los cuales defiende a las personas utilizando técnicas de esgrima.

Vemos como a lo largo de todas las décadas, millones de niños y niñas hemos fantaseado en la etapa de infantes personificando a nuestros superhéroes favoritos. Además, estos superhéroes de una u otra forma han ido influyendo en los aspectos psicológicos de quienes ayer éramos unos infantes y ahora somos adultos para formar nuestra personalidad. Esto se ve materializado cuando somos capaces de defendernos frente a determinada situación cotidiana o tenemos que afrontar una situación problemática. No lo haremos con súper poderes especiales, pero sí con mucha valentía y responsabilidad.