La cantante estadounidense Beyoncé encendió el Super Bowl de Nueva Orleans al protagonizar el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl XLVII.
La cantante salió con una vestimenta negra para interpretar algunos de sus éxitos como «Halo», «Single Ladies», «Crazy in Love», entre otras, sobre un escenario formado por el perfil de su rostro, mientras de la guitarra de una de las integrantes de la banda, salían fuegos artificiales.
Su participación inició con una parte de «Love on Top», que combinó con «Crazy In Love» cuando se quitó una blusa y la aventó al público.
Luego salieron sus dos ex compañeras Kelly Rowland y Michelle Williams, de su banda «Destiny’s Child», de Houston, para cantar sus éxitos «Bootylicious» e «Independent Woman».
También interpretaron juntas «Single Ladies (Put a Ring On It)».