Seguramente todos estén familiarizados con este fenómeno y tengan algún familiar o amigo —en el mejor de los casos, y no que sea uno mismo— que no puede evitar que una vez que se quita el calzado, el olor de los pies y del calzado mismo inunde la habitación.
Muchas veces el olor de los pies puede ser un problema serio y difícil de revertir en algunas personas, por muchas precauciones o medidas que se tomen para contrarrestarlos. Así lo reseñó ojocientifico.com
Quizás entonces muchos de los que padecen esto se hayan preguntado por qué los pies huelen mal, así que ahora vamos a ver cuales son las principales razones para que se dé este desagradable fenómeno.
Transpiración y bacterias
La principal razón para el mal olor de los pies es la transpiración. Cada pie posee, además de muchos huesos, más de 250 mil glándulas sudoríparas, por lo que los pies se encuentran entre las partes del cuerpo más sudorosas. En un solo día, cada pie puede liberar hasta cerca de medio litro de transpiración.
De todas maneras, la transpiración consiste básicamente en agua y sal, por lo que no tiene un olor específico. El mal olor de los pies es provocado por bacterias presentes en la piel que se alimentan del sudor y liberan desechos que tienen ese característico mal olor.
Las bacterias en general están presentes en la piel de todo el cuerpo y no suelen producir un olor perceptible, pero los elevados niveles de transpiración en el pie atraen a las bacterias y las proveen de una buena cantidad de alimento.
Aún así, existen otras partes del cuerpo que también poseen una cantidad similar de glándulas sudoríparas y no producen este mal olor característico, por ejemplo las manos. Esto se debe al calzado y las medias que usamos en el pie. El sudor que emana de los pies no puede salir fácilmente al aire como lo hace el de las manos, sino que queda atrapado en el calzado y las medias.
El calzado
El ambiente húmedo y oscuro del pie rodeado de la media y el zapato es muy propicio para las bacterias, por lo que el olor que se despide al descalzarse y que generalmente permanece en el zapato es la excreción de las bacterias que se encontraban allí.
La razón por la que el mal olor de los pies es más frecuente o más intenso en algunas personas se debe simplemente a la transpiración de cada uno. Algunas personas transpiran más y otras menos, aunque también entran en juego otros factores fisiológicos propios de cada persona y propios también del sudor de cada persona.
Algunas de las precauciones que se pueden tomar para el mal olor de los pies son: usar siempre calcetines limpios y preferentemente de algodón o de materiales absorbentes, cambiarlos más de una vez al día, lavar los pies con jabón antibacterial, no utilizar el mismo par de zapatos todos los días, usar zapatos bien ventilados y aplicar antitranspirante en el pie.