La respiración no sólo permite nuestra subsistencia en su forma más básica, sino que también puede ayudarnos a calmar las ansiedades y los temores, así como modificar nuestro estado de ánimo y renovar nuestras energías necesarias para la vida diaria. En esta nota aprenderemos una técnica de respiración bien dirigida que puedes aplicar en cualquier momento y lugar, para calmar las ansiedades y los miedos en alguna situación en particular, o para comenzar el día bien positivos y renovados.
¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad y el miedo son dos sensaciones propias de nuestro estilo de vida actual. El estrés, las preocupaciones y las obligaciones y responsabilidades tienen cargas de estrés y de ansiedad, que debemos aprender a manejar y controlar.
El estrés puede ser algo bueno en nuestra vida, es lo que se conoce como "estrés bueno", que es el estado de conciencia y anticipación respecto de cambios, proyectos y otras circunstancias normales. Por ejemplo, el día de tu boda es natural sentir estrés y nervios antes de caminar por el pasillo hacia el altar; los días previos a la fecha de parto de tu bebé es normal y natural sentir un leve estrés. Es algo bueno, pues te motiva a tomar plena conciencia de lo que sucede a tu alrededor y en tu propia vida. Pero cuando el estrés se sale de control, debes manejarlo y dominarlo antes de que altere tus otras funciones vitales.
¿Qué es el miedo?
El miedo, por otra parte, también es una respuesta natural de nuestro organismo. Cuando te hallas en una situación de peligro, el miedo y esa sensación de alerta es lo que te permite prestar atención y poder reaccionar a tiempo, en lo que se conoce como la respuesta de "lucha o huida". Por ejemplo, parado frente a un animal que se ve poco amigable, es normal sentir miedo y tener una descarga de adrenalina en el cuerpo, que te permita utilizar todas tus fuerzas en el combate defensivo, en caso de que el animal te ataque, o de huir casi despavoridamente para proteger tu vida. Nuevamente, cuando el miedo llega sin una amenaza clara o cuando se sale de su proporción normal, es el momento de trabajarlo para restablecer un nivel adecuado de funcionalidad.
Cómo modificar el miedo y la ansiedad mediante la respiración
La respiración no sólo ingresa oxígeno a nuestro cuerpo, para que sea derivado a cada célula y la alimente, permitiendo su funcionamiento. También puede acallar pensamientos negativos y renovar el estado anímico, hacia uno más placentero, de calma, de confianza y de equilibrio. La técnica de respiración que aprenderemos a continuación te ayudará a vencer el miedo y la ansiedad en cualquier momento y lugar, te ayudará a bajar el nivel de ira para poder pensar con claridad, y te asistirá a equilibrar el nivel de estrés, para que tu cuerpo reaccione según tus designios, y no a la inversa.
Esta técnica de respiración para aliviar el estrés y la ira se practica mejor sentado, cómodo, con tus brazos sobre las piernas. Cierra los ojos para evitar estímulos del exterior, y repite el ciclo de respiración siete o nueve veces, o continúa practicándolo hasta sentirte más aliviado. Mientras practicas la técnica, mantén tu mente en blanco, libre de pensamientos. Con el tiempo y la práctica podrás incorporar pensamientos tranquilizadores, colores, imágenes y hasta paisajes que te ayudarán aún más en esta tarea.
La técnica de respiración es abdominal, y se realiza llevando el aire inhalado hacia la parte baja de los pulmones, inflando el vientre al hacerlo y dejando la zona de la clavícula y el pecho casi inmóviles, sin levantar los hombros. Mantén el aire en tus pulmones, completamente llenos, por unos dos o tres segundos, y luego exhala por la nariz, liberando el aire desde el vientre, como si tu ombligo estuviera intentando llegar a la columna y tu vientre se desinflamara como consecuencia.
Deja tus pulmones sin aire por unos dos segundos, y luego haz un resoplido como si buscaras liberar un residuo de aire que ha quedado dentro. Luego, vuelve a inhalar completamente, repitiendo el ciclo. Esta liberación de aire residual hará maravillas, y además, te permitirá una mejor y mayor oxigenación y liberación del dióxido de carbono residual en tus pulmones y vías respiratorias.
Puedes practicar este ejercicio a diario, por las mañanas, o cada vez que sientas que una emoción o sensación negativa comienza a gestarse en ti. Verás que liberas la ira, el miedo, el estrés, los temores y todas tus ansiedades con sólo respirar de esta manera. Una forma mucho más efectiva y sencilla que las técnicas tradicionales, y la puedes practicar por tu cuenta, en cualquier momento y lugar.
Fuente:
http://salud.comohacerpara.com