¿Conoces a muchas personas que detesten los dulces? Por suerte o por desgracia, podríamos llegar a afirmar que el gusto por el dulce es internacional. El dulce gusta a todo el mundo, especialmente a los más pequeños: el chocolate, las golosinas, las galletas, el turrón…
Sin embargo, con la edad nos volvemos reticentes a tomar dulces porque contienen muchas calorías y podrían estropear nuestra bonita figura. Es cierto que los dulce engordan pero también lo es que son alimentos muy positivos ya que aportan una inmediata sensación de energía. Además, son muy apetecibles y pueden llegar a consolarnos y darnos una sensación de seguridad y consuelo ya que lo asociamos con el primer alimento de la vida, la leche materna.
Aún así, si quieres reducir la ingesta de dulces en vuestra dieta, desde Nosotras.com tenemos la solución: los frutos secos, una magnífica alternativa a los dulces.
Según nos cuenta María José Rosselló en su libro ‘La importancia de comer sano y saludable’, los frutos secos son apetecibles, fáciles de consumir y el alimento saciante por excelencia. De hecho, son el tentemié ideal para consumir entre horas en lugar de una golosina o un trozo de chocolate.
Por otro lado, los frutos secos son alimentos muy saludables:
Son ricos en proteínas.
Tienen una alta dosis de sustancias minerales: hierro, magnesio, zinc, potasio, fósforo y calcio.
Aportan vitaminas B y E al cuerpo.
Son bajos en hidratos de carbono.
Contienen grasa vegetal.
Sin embargo, los frutos secos son alimentos calóricos: 100 gramos de frutos secos suponen unas 600 kilocalorías pero debéis tener en cuenta que lo recomendado es comer unos 20 o 25 granos que sólo significan unas 120 kilocalorías. Además, varios estudios han demostrado que la grasa que contienen los frutos secos es cardiosaludable, es decir, que tomar diariamente un puñado de frutos secos puede ayudaros a no sufrir enfermedades cardiovasculares y a controlar el colesterol.
[Fuente: nosotras.com]