Todo sucedió cuando Mike Dixon, de 46 años, sufrió una apoplejía masiva poco después de abordar un avión. Volaba solo desde Las Vegas a Gatwick, Londres.
El vuelo duró 9 horas, mismas que Mike pasó desesperado, incapaz de moverse o pedir ayuda. Pensaron que solo dormía.
Hasta la hora de salir del avión la tripulación de cabina se dio cuenta que Mike no bajaba del avión y notaron que necesitaba ayuda. Fue trasladado en ambulancia al hospital, donde pasó 16 días antes de que se les permitiera ir a casa.
Es curioso que poco antes de abordar el sintió mal pero supuso que era cansancio, que al dormir se le quitaría. Estaba torpe e inestable hasta comentó: “No sé cómo he pasado a través de la seguridad en el aeropuerto. Creo que pensaron que estaba borracho.”
Ya en el avión las luces se apagaron y Mike pasó desapercibido, incluso después de que el avión aterrizó en Gatwick y los pasajeros desembarcaron. El hombre que estaba sentado junto a él le pasó por encima para salir.
Quizá aquel hombre tenía demasiada prisa o lo consideró un grosero por no dejarlo salir, lo bueno fue que, como puntualiza Daily Mail, pudo recibir ayuda.
[Fuente: planetacurioso.com]