La enfermedad de Parkinson es un laberinto que tiene a la comunidad científica en busca de una cura desde hace décadas, y aunque un tratamiento preventivo y 100% efectivo no ha sido desarrollado aún, la investigación en torno a ella ha abierto fascinantes vías de investigación. Por ejemplo, en cuanto a la relación entre la calidad del sueño que tenemos y el desarrollo de la enfermedad, además de ciertos contenidos oníricos que parecen presentarse especialmente en algunos pacientes.
En un estudio dirigido por Paulo Bugalho y sus colegas del departamento de neurología del Hospital de Egas Moni, Portugal, se analizan los desordenes de sueño y contenido onírico de 19 pacientes de la enfermedad de Parkinson, los cuales se comparan con 21 sujetos de un grupo de control,reseña en su página web pijamasurf.com
Los sueños de ambos grupos fueron clasificados según el sistema de Hall y Van de Castle, un sistema que sirve para catalogar los sueños de una manera sistemática. Su estudio mostró, entre otros aspectos, un patrón en los pacientes de Parkinson: sus sueños incluyen la aparición de animales y frecuentemente la agresividad física.
La investigación sobre la enfermedad de Parkinson ha propuesto que los sueños sumamente vívidos, las alucinaciones y la degeneración de las funciones cognitivas son etapas sucesivas de la enfermedad; sin embargo, tal vez por la dificultad intrinseca de organizar los sueños de las personas, poco se ha hablado sobre si el contenido de los sueños puede revelar el estado de los pacientes.
El estudio de Bugalho pretende caracterizar los sueños de pacientes en etapas tempranas de Parkinson y relacionarlos con otros síntomas de la enfermedad, como la coordinación cognitiva y motora, la depresión, el tratamiento dopaminérgico y la presencia de otros desórdenes de sueño. Estos desórdenes han sido abordados también en otras investigaciones sobre trastornos neurodegenerativos como el Alzheimer para tratar de encontrar una relación entre los contenidos oníricos y la aparición de estas temidas enfermedades.
Para Bugalho, la presencia de escenas de agresividad además de los animales en el contenido onírico de los pacientes de Parkinson “están relacionadas con disfunciones severas en [el cortex] frontal”, una zona del cerebro ampliamente asociada al avance de la enfermedad. La corteza frontal, para Bugalho, podría ser el origen de los dramáticos cambios cognitivos y de coordinación motriz que sufren los pacientes de Parkinson. Las investigaciones no han sido concluyentes a este respecto, pero el contenido onírico podría ser un aliado invaluable para seguir analizando las causas del mal de Parkinson, que afecta al menos a 10 millones de personas en el mundo.
Fuente pijamasurf.com