Recientemente, un hombre en Reino Unido acusado de violación en un campamento de vacaciones se declaró inocente y fue absuelto con el argumento de que, en realidad, estaba dormido cuando tuvo relaciones sexuales con una mujer borracha y no tenía idea de lo que estaba haciendo. Un tribunal británico consideró que sufría de esa patología.
El profesor Matthew Walker, profesor de neurología del HospitalNacional para Neurología y Neurocirugía en Londres, le explicó a la BBC que la sexomnia es una condición «muy real».
Es una patología que forma parte de un trastorno más amplio, conocido como parasomnia. Sonambulismo, terror, bruxismo y enuresis nocturnos también pertenecen a esta enfermedad.
Quien padece de sexomnia realiza actos sexuales con otra persona durante un estado de sonambulismo. Su opuesto sería la somnofilia, la interacción sexual con alguien que duerme.
Estos dos trastornos tienen implicaciones legales, por lo que Walker advierte que hay que ser muy cauteloso a la hora de diagnosticarlo.
«El peligro de la sexomnia es que puede usarse como una excusa para una violación. Pero existen casos de personas que efectivamente tienen este trastorno».
Problema silencioso
Por su parte, el psiquiatra Carlos Schenck, del Centro de Trastornos delSueño en Minneapolis, Estados Unidos, considera que el sonambulismo sexual puede ser para quien lo sufre un problema inquietante, molesto, embarazoso y potencialmente serio.
«A pesar de estar conscientes de su trastorno, muchos retrasan la búsqueda de ayuda, en parte porque no saben que se trata de una patología médica o por temor a ser juzgados por otros», advertía Schenck hace unos años, en un estudio publicado en la revista especializada Sleep.
Tiempo después, la misma publicación dio a conocer otra investigación que indicaba que la sexomnia es más común en hombres que en mujeres.
El trabajo realizado por Sharon Chung, de la Universidad Health Network en Toronto, Canadá, indicaba que este comportamiento era relativamente común en pacientes ingresados en centros del sueño.
Sin embargo, Walker estima que menos del 10% de los adultos con parasomnia tienen esta condición.
Si se toma en consideración que entre 1% y 2% de la población general sufre de parasomnia, se podría decir que la sexomnia es muy rara.
Estilo de vida
«Son muchas las cosas que se pueden hacer para evitar tener episodios de parasomnia. El estilo de vida que lleva el paciente es muy importante», aclara el especialista.
«El alcohol puede tener unos efectos muy complejos, que en algunos casos empeora el trastorno».
Estudios previos indican que las personas con sexomnia son dos veces más propensas a admitir el uso ilegal de drogas.
La sexomnia se produce cuando la parte del cerebro que tiene que ver con la planificación y la conciencia permanece dormida, mientras que otras partes del cerebro intentan despertarse.
«Esto le permite al individuo realizar acciones complejas», explica Walker.
Quienes sufren de sexomnia suelen tener los mismos síntomas que con el insomnio: estado de fatiga y depresión. Los expertos afirman que la afección puede ser tratada con fármacos cuando ocurre con frecuencia.