El cacao posee una sustancia llamada teobromina cuyo consumo provoca un efecto inhibidor de la tos más potente que los habituales tratamientos a base de jarabe con codeína. Esta sustancia también se encuentra en el té, aunque en menor cantidad que en el cacao, el cual contiene entre un uno y un cuatro por ciento de teobromina.
Sus beneficiosos efectos fueron resaltados en un estudio reciente llevado a cabo por un equipo de investigadores del Imperial College de Londres. Ahora, el profesor Alyn Morice, de la Cough Clinic de Hull en Gran Bretaña, ha testado en un ensayo clínico, en el que participaron 288 pacientes con tos crónica, estos beneficiosos resultados.
Las últimas pruebas se realizarán en 2013, y el laboratorio británico Seek ya está a la espera de su conclusión para iniciar la comercialización de un nuevo tratamiento antitusivo compuesto con esta sustancia. Corea del Sur, ha sido el primer país en autorizar la comercialización de estos tratamientos.
Las ventajas que tendrían sobre la codeína y otras sustancias, explica Morice, reside en que “no son eficaces para todo el mundo”. Existe un elevado porcentaje de pacientes con tos crónica, debido a su desarrollada hipersensibilidad en la tráquea, que no experimentan mejoras ni con agresivos tratamientos a base de morfina, por lo que la teobromina se presenta como una de las mejores soluciones a esta dolencia.
Eficaz para la tos aguda y crónica
Esta sustancia inhibe la actividad del nervio vago, evitando así el acto reflejo que provoca la tos. Este reflejo es necesario para evitar la ingesta de cuerpos extraños, pero se puede hacer crónico si se desarrolla una hipersensibilidad traqueal, provocando así la tos ante cualquier agresión exterior, como el humo, el polvo o incluso el perfume.
En estos casos las personas hipersensibles pueden llegar a sufrir crisis de tos que impiden llevar a cabo una vida social con normalidad. Se calcula que la tos crónica (con una duración superior a dos meses) afecta a un 10% de la población, lo que la convierte en una problemática muy extendida.
Para el profesor Morice la mayor ineficacia de la codeína se presenta en los tratamientos de tos aguda (con una duración inferior a las tres semanas): “La mayoría de los medicamentos sin prescripción para combatir la tos son exactamente iguales a un placebo, aunque no por ello subestimo el efecto placebo, que actúa positivamente en muchos de los pacientes”.
Una buena parte de estos fármacos deben su efectividad a la acción relajante sobre la garganta, pero no a su composición química.
El chocolate siempre se ha incluido dentro de la categoría de remedios caseros contra la tos, aunque todavía no se había provocado clínicamente su eficacia. Según las investigaciones, para combatir tanto la tos crónica como la aguda sería suficiente con consumir una chocolatina diaria.
Los participantes en el estudio clínico ingirieron diariamente 1mg. de teobromina, experimentando así un fuerte alivio de garganta, aunque cuando dejaron de consumir esta sustancia volvieron a persistir los mismos síntomas anteriores.
Otros beneficios para la salud
La planta del cacao, y más concretamente su semilla, contiene otra serie de sustancias que son beneficiosas para la salud. Concretamente, los flavonoides y polifenoles tienen propiedades antioxidantes para el cuerpo humano, por lo que retrasa el envejecimiento de la piel.
Asimismo, entre las más de 300 sustancias que contiene, se incluyen la dopamina y la serotonina (neurotransmisores que aumentan el flujo sanguíneo en el cerebro), por lo que el chocolate también está especialmente recomendado para las personas que sufren trastornos depresivos.
Otros estudios vinculan el consumo de cacao con una reducción del riesgo a contraer enfermedades cardiovasculares. En la investigación Chocolate consumption and cardiometabolic disorders: systematic review and meta-analysis publicada en el British Medical Journal se concluye que las personas que consumen chocolate habitualmente tienen un 48% menos de posibilidades de sufrir un accidente cerebrovascular y un 27% menos de un infarto de mediocardio.
Unos efectos que se deben, principalmente, al hecho de que el chocolate disminuye la presión sanguínea.