El titular sorprende. ¿Qué relación puede haber entre lo que hacemos con las manos y los complejos procesos del cerebro? Pues la idea de que apretar los puños puede ayudar a fortalecer la memoria tiene base científica.
En ello está un grupo de científicos de la Universidad Estatal de Montclair (Estados Unidos), que investiga nuevos ejercicios para fortalecer la memoria. Lo que han observado es que apretar los puños puede servir para estimular los hemisferios del cerebro.
El cerebro está dividido en dos hemisferios, el derecho y el izquierdo, y ambos están especializadas en procesar información de manera diferente. Teniendo esto en cuenta, la directora del Laboratorio de Lateralización Cerebral de esta universidad, Ruth Propper, y su equipo iniciaron un experimento en el que los participantes eran divididos en grupos y apretaban el puño derecho o el izquierdo en secuencias específicas mientras memorizaban datos o trataban de recordarlos.
Para ello se basaron en una teoría llamada modelo de asimetría hemisférica de codificación y recuperación (HERA, por sus siglas en inglés) que destaca como algunos tipos de memoria involucran a procesos de codificación en el hemisferio izquierdo, que es el lado que se activa para insertar la información en el cerebro. En cambio, los procesos de recuperación de la memoria –cuando uno intenta acordarse de un hecho o acción– se activa el hemisferio derecho.
Los participantes fueron divididos en grupos diferentes para tratar de memorizar una lista de 72 palabras que luego tendrían que recordar. Unos apretaron el puño derecho durante 90 segundos antes de memorizar las palabras y luego apretaron el puño izquierdo durante el mismo tiempo para recuperar la lista, otros efectuaron la secuencia al revés, un tercer grupo apretó el puño izquierdo en ambas ocasiones y, un cuarto no lo hizo en ningún momento.
Para nuestra sorpresa, y no tanto la de los científicos, el grupo que siguió la línea del modelo HERA –apretar el puño derecho fuertemente mientras memoriza y el izquierdo mientras recuerda– obtuvo mejores resultados que los otros.
Pronto para sacar conclusiones
Propper reconoce que la diferencia más notable de los que apretaron el puño derecho se marcó con los que apretaron el puño izquierdo para memorizar. Sin embargo, obtuvieron resultados menos significativos frente al grupo que no apretó los puños en ningún momento.
«No se puede concluir de forma definitiva que la memoria va a funcionar mejor si se aprieta el puño derecho en una secuencia dada, pero sí funciona mejor que si se aprietan los puños de manera inversa», afirma.
Lo que se cree es que al apretar el puño derecho se están reclutando selectivamente las neuronas del hemisferio izquierdo y, aunque se están activando las áreas motoras del cerebro, hay indicaciones que esta activación puede estimular otras áreas del hemisferio que están involucradas en la memoria.
«Lo interesante es que la gente que apretó el puño izquierdo estaba estimulando el lado derecho que maneja el sentido espacial y esta era una prueba verbal», comentó la psicóloga, que ve «posible» que sus resultados se vean condicionados porque «involucran el hemisferio incorrecto para manejar un ejercicio verbal».
El paso siguiente para el Laboratorio de Lateralización Cerebral es realizar pruebas con un grupo más numeroso y que se extienda a memorias de estímulo visual, como el recordar una cara, o ejercicios espaciales, como recordar dónde se colocaron las llaves del auto. Esto podría llevar al desarrollo de técnicas para estudiar en un examen e incluso hacia terapias para la gente que está perdiendo la memoria.
EP