Una mujer se ha convertido en adicta al sexo tras caer desde su Wii Fit según comenta Notinsolitas.com
Randy Amanda Flowers, de Manchester, necesita por lo menos 10 sesiones de sexo diarias para saciar su renovada líbido.
Esta empleada de un empresa de catering se dañó un nervio tras la caída y le han diagnosticado un síndrome con tales consecuencias. «Empieza como un cosquilleo ahí abajo antes de extenderse por todo mi cuerpo. A veces evoluciona en un orgasmo», declara.
Este síndrome no tiene cura y debe controlar su pasión respirando hondo y relajándose. «Con suerte algún día encontraré a alguien que pueda satisfacerme».