Un trozo de papel en un oído es el origen de los fuertes dolores que sentía un saudí que acabó yendo al médico. Al parecer, se trataba de una chuleta que contenía las respuestas de un examen realizado 20 años atrás.
El hombre se acabó graduando en la universidad y luego se casó y tuvo hijos, pero se olvidó del papel que se había metido en el interior de la oreja.
Ha utilizado la experiencia para instruir a sus hijos y prevenirles de lo que no deben hacer nunca.
[Fuente: lapatilla.com]