Le pasó a Hugo Chávez y le pasó a Henrique Capriles. Ahora quizás le suceda a Leopoldo López.
Y es que el ahora detenido dirigente opositor venezolano enfrenta una detención, por lo pronto indefinida, que podría simultáneamente impulsar su liderazgo político.
A Chávez le sucedió el 4 de febrero de 1992, cuando al rendirse luego del fallido intento de golpe de Estado logró unos breves segundos en cámara, para decir «por ahora no cumplimos los objetivos», que lo dejaron marcado en la memoria colectiva.
Capriles también fue detenido, en 2006, acusado por el gobierno de Chávez de haber intentado asaltar la embajada cubana en Caracas en 2002.
Su entrega a las autoridades en ese entonces también capturó la atención pública, como también lo fue la imagen de su liberación con rostro demacrado y barba luego de cuatro meses en una celda de la policía política en Caracas.
Ahora le tocó a López, quién está acusado de incitar a la violencia durante las protestas del 12 de febrero que dejaron cuatro muertos.
«No es la primera vez que (López) tiene problemas, pero su detención y posible formulación de cargos podría ser positiva, porque puede ayudar a su imagen», señaló a BBC Mundo el politólogo Carlos Romero.
«Aunque la detención de hoy (martes) no es garantía de que le vaya bien después porque a otros políticos les pasó algo similar y no les resultó muy bien», asegura Romero.
El politólogo se refiere, por ejemplo, al caso de Manuel Rosales, ex candidato presidencial, que fue acusado de corrupción en tribunales por el chavismo y optó por huir del país.
Y ahí quedó regado su capital político.
Procesión
Una multitud trataba de evitar que el dirigente opositor al gobierno de Maduro se entregase por cuenta propia.
Pero una vez que de los brazos de dos funcionarios policiales logró montarse en el auto blindado que lo fue a buscar, la marejada de gente impedía el avance del vehículo.
De hecho, la policía le permitió a López usar el altavoz del vehículo blindado para dirigirse a sus seguidores cuando trataba de traspasar la marea humana.
«Hay que ver las repercusiones de la detención y qué se decidirá en su caso, para saber bien de qué manera influirá esta detención en su imagen como político», afirma el politólogo Carlos Raúl Hernández.
«Pero lo que sí quedó claro es que (López) se ha convertido en una figura heroica y el gobierno sabe esto», añadió en conversación con BBC Mundo.
«Además el gesto de dar la cara a las acusaciones suele generar simpatías en la política», apuntó.
En los casi 15 años de chavismo en Venezuela López, que parece ser una mala suerte del chavismo, fue acusado dos veces por el oficialismo, en causas separadas que lo pudieron haber llevado antes a la cárcel.
Durante el intento de golpe de Estado a Chávez en 2002, López y Capriles fueron señalados de haber tratado de violar la soberanía de la embajada de Cuba, en búsqueda de ex funcionarios chavistas que habrían huido en aquellos días de incertidumbre.
El caso persiguió a López hasta 2007, cuando recibió (junto a Capriles) un perdón presidencial de Chávez.
Luego otra causa en 2008 lo inhabilitó políticamente a aspirar a un cargo de elección popular, cuando un grupo de apoyo al gobierno impulsó un caso por presuntas irregularidades cuando ejercía la alcaldía de Chacao (que fue un caso severamente criticado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos).
«En ese momento López tenía más de 60% de popularidad en las encuestas para ser alcalde metropolitano», recuerda Hernández.
Futuro
La primera noche de detención de López la pasará en una cárcel para militares en el estado Miranda, a unos 50 kilómetros de la capital.
En el mismo lugar está detenido Raúl Baduel, un otrora estrecho aliado de Chávez, que cayó en desgracia tras ser condenado en tribunales en 2009 por corrupción y sentenciado a ocho años de prisión. Un caso que para algunos se trató de una venganza política.
Este miércoles el ex alcalde de Chacao tiene su primera presentación en tribunales y volverá a ver a las masas de seguidores que ya anunciaron que lo esperarán afuera del Palacio de Justicia.
El alto perfil que tuvo su entrega, se produjo tras casi una semana de protestas estudiantiles, que empezaron en el estado Táchira con una manifestación contra la inseguridad y que de a poco se han replicado en el resto del país, dejando al menos 3 muertos y decenas de heridos.
«De hecho, he leído en redes sociales que han habido quejas a lo que se vio como un show mediático (la entrega de López), sobre todo de estudiantes que se preguntaban si las protestas estudiantiles se habían visto solapadas por la situación personal de López», dijo Romero.
Una división que se enmarca en la polarización que caracteriza actualmente a todo el espectro opositor al chavismo en Venezuela.
Por un lado están los que quieren más acciones de calle y protestas (López y María Corina Machado) y por el otro los que quieren una vía de presión menos radical, como Capriles.
Habrá que ver ahora si lo que pasó con López este martes no le permite ganar nuevos espacios y apoyos que le den una ventaja temporal en esta puja de dos tendencias, de prácticamente un mismo bando.
[Fuente: bbc.co.uk]