Una simple cortada en el dedo podría significar una lucha de vida o muerte. La suerte tendría un papel más predominante en tu futuro que cualquier doctor.
Las operaciones más sencillas, como una apendicetomía, podría ser mortal.
Los tratamientos de cáncer y los trasplantes de órganos podrían matarte. El parto podría volver a ser un momento de vida o muerte para la mujer.
Este es el futuro sin antibióticos
Parece la trama de una novela de ciencia ficción, pero hay un temor genuino de que el mundo está rumbo a una era pos antibiótico.
La Organización Mundial de la Salud advirtió que «muchas infecciones comunes dejarán de tener cura y que, una vez más, podrían matar».
El Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos ha alertado de la aparición de «bacterias pesadilla».
La secretaria de salud para Inglaterra, profesora Dame Sally Davies, ya suscitó paralelismos con el «apocalipsis».
Los antibióticos matan a las bacterias, pero estas son unas enemigas increíblemente astutas. Una vez que empiezas a tratarlas con un nuevo fármaco, buscan la manera de sobrevivir.
Mortal
La SARM es una cepa de la bacteria Staphylococcus aureus que se ha vuelto resistente a antibióticos.
En la medida que surjan nuevos medicamentos, la resistencia no es un problema. Pero no se ha descubierto una nueva clase de antibióticos desde los años 80.
Esto es ahora una guerra en la que corremos el riesgo de perder.
Los antibióticos son más usados de lo que se piensa, por lo que un mundo sin ellos es mucho más peligroso.
Ellos son los responsables de que se pueda tratar enfermedades como la tuberculosis, pues tienen un papel muy amplio en la salud.
Las cirugías presentan grandes riesgos de infección. Ofrecer antibióticos antes y después de la operación ha permitido a los doctores realizar intervenciones que en el pasado eran mortales.
Tratamientos de cáncer como la radioterapia y la quimioterapia pueden dañar el sistema inmune, por lo que se suele recetar antibióticos para reforzar las defensas.
Cualquiera con un trasplante de órgano se enfrenta a fármacos inmunosupresores de por vida, de lo contrario ataca el trasplante, por lo que se utilizan antibióticos para proteger el cuerpo.
«Es un futuro nefasto. Creo que buena parte de las cirugías pueden estar seriamente amenazadas», dijo el profesor Richard James, de la Universidad de Nottingham.
«Solía mostrar a mis estudiantes fotos de pacientes con tuberculosis en Londres, era una fila de camas afuera del hospital, vivías o morías, el único tratamiento era aire puro».
Y esto –agrega- es como se vislumbra el futuro para la tuberculosis si no hay fármacos.
¿Estamos hablando solo del futuro?
«En mi laboratorio, cada año vemos cómo aumenta el número de cepas resistentes», dijo el profesor Neil Woodford, de la unidad de resistencia antimicrobial de la Agencia de Protección Sanitaria.
Cuestión de suerte
Woodford explicó que la mayoría de los casos eran resistentes a algunas drogas, conocidas como cepas resistentes a multi fármacos, pero aclaró que son pocos los casos de cepas resistentes a todo tipo de antibiótico.
Mecanismo de acción
Las bacterias desarrollan resistencia a los antibióticos, ya que son juguetonas en una escala que es casi difícil de imaginar.
Algunas bacterias pueden duplicarse su población cada 20 minutos.
Esto significa que pueden surgir rápidamente mutaciones que pueden anular los fármacos. Pero hay más. Una bacteria puede intercambiar partes de su código genético con otras bacterias, incluso de diferentes especies.
Se llama conjugación y es un poco como ir a dar un paseo e intercambiar genes para el color del pelo con el perro del vecino.
El especialista agregó que el peor escenario sería regresar «al mundo durante los años 20 y 30».
«Podrías estar haciendo trabajos de jardinería y pincharte el dedo con la espina de una rosa, tener una infección bacterial, ir al hospital y los doctores no poder hacer nada para salvarte la vida. Sería cuestión de suerte si vives o mueres».
«Pero para muchas infecciones esto no pasaría».
Las infecciones oportunistas, esas que con frecuencia atacan a los ancianos cuando ya están enfermos y vulnerables en el hospital, son la mayor preocupación.
En el Reino Unido la mayor amenaza, según Woodford, es la Enterobacteriaceae, unas bacterias oportunistas como el E. coli y Klebsiella que viven en el intestino.
Éstas son ahora la forma más común de infección en hospitales y muestran niveles crecientes de resistencia.
El número de pruebas en laboratorio que muestran resistencia a los carbapenémicos, uno de los grupos más poderosos de antibióticos, se ha disparado de un puñado de casos en 2003 a más de 300 en 2010.
También ha creado preocupación sobre enfermedades de trasmisión sexual como la gonorrea que cada vez es más difícil de tratar.
En todo el mundo, un problema en aumento es el tratamiento de la tuberculosis, cada vez más resistente a los fármacos.
Problema global
Un problema en aumento es el tratamiento de la tuberculosis, cada vez más resistente a los fármacos
Walsh forma parte del equipo que identificó una de las nuevas amenazas en el sur de Asia, el NDM-1.
Este gen ofrece resistencia a los carbapenems y fue encontrado en E. coli y Klebsiella.
«La resistencia a antibióticos en algunas partes del mundo es como un tsunami en cámara lenta, durante años sabemos que viene y de todas formas nos mojamos», explicó el experto.
Se cree que la NDM-1 (New Delhi metallo-beta-lactamase) se originó en India donde la negligencia en el uso de antibióticos ha ayudado a que se cree resistencia.
Debido a los viajes internacionales, se han visto casos de esta bacteria resistente en otras partes del mundo, lo que nos lleva a preguntarnos cuánto puede hacer un país.
Hay muchas diferencias sobre el uso de antibióticos en todas partes del mundo. En algunos países se pueden obtener sin receta médica y en otros sólo con la aprobación de un especialista.
Impacto económico
Todavía hay cuestionamientos sobre el uso de antibióticos para infecciones virales como la gripe común; los antibióticos no hacen nada contra los virus.
Europa ha prohibido el uso de antibióticos para impulsar el crecimiento del ganado, pues puede contribuir a la resistencia.
«Las consecuencias son absolutamente masivas, eso es algo que en realidad la gente no ha entendido»
Laura Piddock, Universidad de Birmingham
Pero esta práctica es común en muchas partes del mundo y existen técnicas similares en granjas de peces.
Laura Piddock, de la Universidad de Birmingham y del grupo Antibiotic Action, dijo que «estos son fármacos valiosos que debemos usar con cuidado».
Algunos expertos han sugerido que los antibióticos se vendan más caros, a un precio más cercano al de los nuevos fármacos contra el cáncer, a fin de que sean usados de una forma apropiada.
El escenario apocalíptico está en el horizonte, pero ello no significa que suceda.
Un renovado interés en desarrollar nuevos antibióticos y usar aquellos que todavía son efectivos podría cambiar dramáticamente el escenario.
Pero si ello no sucede, el impacto sería significativo.
«Las consecuencias son absolutamente masivas, eso es algo que en realidad la gente no ha entendido», sentenció la profesora Piddock.