Si tomamos en cuenta que Samsung fabrica varios de los dispositivos más populares del momento, no podemos asombrarnos al comprobar el saludable estado de sus finanzas. La compañía acaba compartir los resultados económicos de su negocio, que durante el segundo trimestre del año fiscal 2013 muestra beneficios de nada menos que 7,77 billones de wones (6.960 millones de dólares). A ese número se llega tras hacer los descuentos necesarios de los 57 billones de wones obtenidos como ingresos.
El problema es que aunque exista una mejora del 9 por ciento con el año pasado, la tendencia muestra una decaída en la venta de dispositivos, posiblemente porque el mercado de los teléfonos de gama alta ya está saturado. La empresa espera contrarrestar esto «ofreciendo pantallas de teléfonos móviles distintas […] incluyendo tecnologías de pantallas flexibles» y reduciendo el coste de sus paneles OLED.
La empresa anticipa que invertirá grandes cantidades de dinero en el desarrollo de nuevas tecnologías de chips de procesamiento y almacenamiento, que seguramente verán un crecimiento en ventas debido a la compra de SSD por centros de cómputo y el mercado de los juegos. En todo caso, las ventas de memorias para ordenadores y de televisiones seguramente descenderán si se mantiene el ritmo en el mercado. Por suerte para Samsung esto no incluye el interés que existe por los paneles OLED, que parecen ubicarse en un mercado en crecimiento.
De todo esto lo más importante es que Samsung está demostrando que puede adaptarse a los cambios y presentar componentes y dispositivos nuevos, según exija la demanda de otros fabricantes y de los usuarios.
Fuente: Engadget.com