La lactancia es un periodo en la vida de la mujer mucho más agotador que el propio embarazo, en el que las necesidades energéticas y nutritivas son muy elevadas. Piensa que debe producir leche para poder alimentar al bebé y eso supone un sobreesfuerzo para ella.
La lactancia materna es una buena práctica a recuperar, con buena información las dificultades no son tantas. Te ofrecemos una dieta idónea para este periodo y ya verás como tus problemas se resuelven de inmediato.
Para compensar las pérdidas nutritivas que sufre la madre sólo hay un medio: una alimentación adecuada que se mantendrá mientras dure la lactancia. Con ello no queremos decir que comas todo lo que te plazca, pero es importante que hagas una dieta equilibrada y comiendo lo que te hace falta.
Conviene controlar periódicamente el peso de la madre lactante, con el fin de elevar o rebajar las calorías de la dieta si el peso disminuye o aumenta. Las necesidades de proteínas son el doble que en condiciones normales.
Una gran parte deberán ser de origen animal y se dará preferencia a las carnes poco grasas, aves, pescado blanco y azul, huevos, leche y a otros derivados poco grasos. Debes aumentar la cantidad de alimentos ricos en hidratos de carbono complejos, como cereales (pan, arroz, pasta), papas y legumbres.
Es muy importante que comas mucha verdura y fruta fresca ya que aportarán a tu organismo todas aquellas vitaminas que necesites.
Y más importante aún; elimina de tu dieta todos aquellos alimentos que puedan alterar el sabor de la leche.
Si eres mamá y le estás dando el pecho a tu pequeño sigue estos consejos y te aseguramos que siguiendo esta dieta tú bebé no sufrirá ningún tipo de problema y tú podrás volver a recuperar tu figura.
Fuente: (Nosotras.com)