Empiezo a redactar este artículo de opinión uniendo tres condiciones que poseo, primero me preparo para escribir sitiándome un propietario más del Complejo Turístico El Morro, además de Presidente de la Asociación de Propietarios del Morro (Apmo), de cuya responsabilidad me siento orgulloso y altamente complacido, y tercero inicio mi tecleo frente a la computadora sintiéndome un vecino más de Lechería que se siente engañado y manipulado por una alcaldía que no ha respondido a los intereses ciudadanos y por el contrario ha centrado su proceder en inclinaciones mezquinas y poco sanas.
Quienes hemos dado un paso al frente en defensa del Parque Recreacional Virgen del Valle ante las pretensiones del alcalde Víctor Hugo Figueredo de cambiar el proyecto aprobado por los vecinos y propietarios, quienes hemos estado apegado a la ley y haciendo valer la voluntad de los propietarios del Complejo Turístico El Morro, quienes han rechazado en más de una oportunidad ese proyecto sectario y poco ambientalista de “Ciudad Vinotinto” con lo cual el ejecutivo municipal pretende cambiar nuestro parque, seguimos adelante en nuestro reclamo porque desistir sería como darle la espalda a una comunidad que está siendo vulnerada en sus derechos.
Desde la Asociación de Propietarios de El Morro (Apmo) hemos venido dando una batalla jurídica, vecinal y sobre todo moral en contra de un mandatario municipal que desea a cuesta de todo decoro y legalidad resucitar un monstruo cancerigeno como es Caztor, y a través de éste promover acciones que van directamente a perjudicar a los propietarios de El Morro. No lo hemos permitido, ni lo permitiremos, los vecinos de Lechería y los propietarios del Complejo tenemos la mayor fuerza para evitar estos desmanes que sólo son producto de un desesperado que se sabe contrarreloj.
Los lecherienses y morreños en diferentes ocasiones se han manifestado a favor del Parque Recreacional Virgen del Valle, proyecto del arquitecto César Bello, en cabildos abiertos, en asamblea de ciudadanos, en múltiples reuniones han explicado porque la ciudadanía no ve con buenos ojos la construcción de una “Ciudad dentro de la Ciudad”, pero no obstante de esto tercamente la administración municipal sigue oponiéndose a la opinión de los vecinos, en pocas palabras su autoritarismo reinase impone.
Estoy seguro que gracias a la voluntad de todos los vecinos y propietarios se logrará la construcción de un pulmón vegetal para Lechería, que sí se podrá edificar ese parque público con espacios para el arte (Anfiteatro), para deportes múltiples (béisbol, fútbol, natación, etc), para todos y se echará al traste esa idea de un espacio para crear una ciudad que será privada y que pocos disfrutaremos.
Para culminar quiero recordarles a ustedes lectores que los terrenos son privados, sus dueños legítimos son todos los propietarios de El Morro, quienes aceptaron hacer un parque para el bienestar de todos los vecinos de Urbaneja, pero lo que desea el alcalde Figueredo es expropiarlo de un plumazo, muy al estilo de los chavistas con las testas coloradas.
[Fuente: Prensa APMO]