La robótica y la medicina avanzan de la mano. Por eso hemos visto por aquí varios proyectos en los que los robots son utilizados para hacer complejos procedimientos quirúrgicos (como es el caso de los llamados “Da Vinci” y uno que hasta “entiende” el lenguaje médico) que conceden mayor precisión a los cirujanos en las intervenciones.
Ahora es el turno de un robot con un look más exótico: Un cangrejo, en el que los científicos de la Universidad Nacional de Singapur dicen haberse inspirado, dado su diminuto tamaño y el poder de sus tenazas.
Así este “robot-cangrejo” trabaja conjuntamente con un endoscopio, gracias al cual entra en el aparato digestivo del paciente a través de la boca. En sus “tenazas” lleva una pinza y un gancho para atacar a los tumores cancerígenos en el estómago: La pinza sostiene los tejidos cancerosos y el gancho sirve para cortarlos y coagular la sangre, evitando la hemorragia.
¿Sus ventajas? Permite realizar procedimientos quirúrgicos complejos de forma poco invasiva, y con movimientos más precisos que los de la mano del cirujano.
Claro está que el robot-cangrejo es controlado en todo momento por los médicos, ya que lleva una pequeña cámara a través de la cual transmite todo lo que “está viendo” y con dicha información proyectada en un monitor el cirujano controla y guía sus pasos remotamente.
Un prototipo muy interesante, sobretodo por su aporte en términos de precisión y capacidad de minimiza los riesgos quirúrgicos. Ahora falta que pase las pruebas correspondientes y pueda masificarse, cosa que sus desarrolladores creen que puede pasar en unos tres años. Ojalá así sea, pues este tipo de desarrollos si no sale del laboratorio pues es poco lo que aporta.