Las personas con los hábitos alimentarios más saludables podrían tener un 15 por ciento menos probabilidades de desarrollar cáncer pancreático que los que siguen una dieta más pobre. Estas conclusiones proceden de una investigación realizada en EE.UU. sobre más de 500.000 adultos mayores de 50 años y en la que se aprecia que los varones, en especial los que tenían sobrepeso u obesidad, son los que más se benefician de una alimentación de alta calidad.
«Nuestros resultados surgen de la alimentación total y no de ciertas comidas. La combinación de muchos alimentos proporcionó la relación observada entre la mejor adherencia a las Guías Alimentarias y el menor riesgo de padecer cáncer pancreático», señaló a Reuters la autora principal del estudio, Hannah Arem, del Instituto Nacional del Cáncer, Bethesda (EE.UU.).
Aunque poco frecuente, el cáncer de páncreas es uno de los más agresivos y letales. Sólo el 6 por ciento de las personas con cáncer de páncreas sobrevive a los cinco años del diagnóstico. En el estudio que se publica en The Journal of the National Cancer Institute, el equipo de Arem utilizó el Índice de Alimentación Saludable que diseñó el Gobierno de EE.UU. publicado en 2005 (HEI-2005) para calificar la calidad general de la dieta y lo comparó con las respuestas de 537.218 hombres y mujeres que participaban del Estudio sobre la Alimentación y la Salud de la Asociación Estadounidense de Personas Jubiladas.
¿Qué comemos?
En 1995 y 1996, los participantes habían respondido un cuestionario sobre su frecuencia de consumo de 124 alimentos. El equipo organizó las respuestas en cinco grupos, en función de su coincidencia con las recomendaciones de la HEI-2005 de consumo de alimentos saludables, como frutas, verduras y cereales integrales, y de reducción del consumo de productos como carnes rojas y comida basura.
La valoración podía estar entre cero (incumplimiento) y 100 (cumplimiento de todas las recomendaciones). Los autores siguieron a los participantes durante 10 años: en total, 2.383 desarrollaron cáncer pancreático. Los investigadores comprobaron que el 22 por ciento de esos casos correspondía al grupo con la puntación más bajos en el HEI-2005 y el 19 por ciento pertenecía al grupo con los más elevados. Eso equivale a una reducción cercana al 15% en el riesgo de desarrollar la enfermedad en la población con la alimentación más saludable. En el grupo de varones con sobrepeso u obesidad, aquellos con la puntuación más elevada tenían un 28 por ciento menos probabilidades de desarrollar el cáncer.
Causa/efecto
Tras considerar otros factores asociados con el riesgo de padecer cáncer pancreático (tabaquismo, consumo de alcohol y diabetes), los efectos de la calidad de la dieta se mantuvieron. «Nuestro estudio demostró que existe una asociación entre la alimentación y el riesgo de desarrollar cáncer de páncreas, en lugar de ser causa y efecto. La alimentación saludable beneficia la salud», indicó Arem.
En un editorial, Rachel Ballard-Barbash, del Instituto Nacional del Cáncer, escribe que los intentos por relacionar los alimentos o los nutrientes con el riesgo de cáncer dieron resultados contradictorios. Aunque se ha podido comprender mejor la asociación entre la alimentación y ciertos cánceres, ese «conocimiento aún no se ha podido traducir en una reducción evidente de la incidencia de los principales tumores con una etiología asociada con la dieta».
[Fuente: abc.es]