La creación de la red popular de empresas Farmapatria beneficiará únicamente a los laboratorios que pertenecen a compañías transnacionales, mientras que las farmacias pequeñas serán fuertemente afectadas, dijo el presidente de la Federación Farmacéutica de Venezuela, Freddy Ceballos, en un foro realizado en la Facultad de Farmacia de la Universidad Central de Venezuela. Afirmó que se creará un monopolio alrededor de los laboratorios y el Gobierno lo permite.
Agregó que se trata de un "negocio redondo" de los laboratorios, que pasarán de tener 32 puntos de venta a 172, a los que no tendrán acceso todas las personas sino un estrato muy reducido de la población.
Esta medida causará la quiebra de droguerías y farmacias.
Los laboratorios tendrán todo el control de la producción y, además, fijarán los precios.
"Ellos no van a perder, subirán los precios de los medicamentos para posteriormente descontar 40%".
Ceballos también advirtió que la creación del sistema de control de medicamentos provocará sensación de desabastecimiento porque retardará aún más la distribución de medicinas, que tendrán que ser aprobadas por el Ministerio de Alimentación. Exhortó a la Cámara Venezolana de Farmacia a fijar una posición sobre la medida.
Empresa capitalista. El ex decano de la Facultad de Farmacia de la Universidad Central de Venezuela Orlando Vizcarrondo criticó el hecho de que en vez de mejorar el sistema de seguridad social, se busque bajar los precios de los medicamentos en 40%, porque para el estrato C y D seguirá siendo difícil adquirirlo.
Si una medicina cuesta 100 bolívares y pasa a 60 bolívares continuará siendo inasequible.
El Gobierno debe garantizar un sistema de salud eficiente, que le dé gratuitamente estas medicinas a quienes no puedan comprarlas, dijo Vizcarrondo, y consideró que Farmapatria es una empresa capitalista.
Rechazó que el despacho de Alimentación sea el órgano encargado de los medicamentos. Considera que no tiene las competencias adecuadas.
Además de que los locales que se han establecido como tipo 1 no prevén la figura de un farmacéutico, lo que resulta preocupante, al considerar la rigurosidad con la que se debe manipular un medicamento, señaló.