Al escuchar esta pregunta de seguro nos pasa por la mente que la reconciliación es entre el chavismo y la oposición, y quizás sea verdad, de hecho es la fractura social más importante, y está muy evidentemente marcado el sesgo de frustración, rabia, envidia, intolerancia, revancha, aniquilación y dominación de un sector sobre el otro.
Luego de escuchar a Jorge Botti Presidente de Fedecamaras, a Werner Corrales, “Coordinador de la Alianza por la Venezuela que Queremos Todos” también escuchamos la opinión de algunos representantes de la iglesia católica, a sociólogos, politólogos, empleados públicos, amas de casa que asisten a los foros que organizamos desde el partido MAS, incluso luego de la intervención del psicólogo Carlos Caldera en la UNIMAR la semana pasada en Margarita, podemos presumir que el problema es mucho más profundo y complejo, que todos los problemas que hoy se presentan en la sociedad venezolana están presente mucho antes de que Chávez entrara a la academia, la exclusión social, el desempleo, la inseguridad, la corrupción, el amiguismo y el carnet están presentes en los venezolanos tanto como la arepa, y desde hace tiempo.
Lo cierto es que eso fue lo que llevo al poder al inquilino de Miraflores. Y como dice el refrán popular: “es peor el remedio, que la enfermedad” en estos 14 años estos problemas han sido manipulados vilmente para sostener un régimen militarista y totalitario, si bien es total y absolutamente cierto que estos problemas están en el país desde hace tiempo, no es menos cierto que son usados para generar odio y distancia entre las familias venezolanas, son usados como un arma social que en medio de un gran chorro de plata producto de comercialización petrolera, nos mantienen la atención en el “pobrecito tu”, “estos oligarcas que quieren esclavizar” mientras que a la industria les dice “los voy a expropiar”, este juego macabro debe acabar, urge un trabajo que lleve a los venezolanos a reencontrarse con su autoestima, que permita a las familias retomar la alegría del hogar, la seguridad de poder generar los ingresos por sí mismo, y el orgullo de ver crecer a nuestros hijos en sistema educativo plural, unas comunidades con servicios públicos de transporte humanizados, un sistema sanitario prospero, con acuerdos de convivencia adaptados a la idiosincrasia de cada región del país y discutido por todos, el reconocimiento de la autonomía de los poderes públicos, el fortalecimiento del marco de la seguridad social y la responsabilidad social del empresario, donde lo público, lo privado, lo colectivo y lo individual puedan convivir sin problemas, donde el respeto entre empleadores y empleados puedan tener una relación de respeto, con un sistema jurídico justo, imparcial y para todos por igual, un país donde sembrar, producir y comercializar nos permita ser competitivos frente a la globalización del mercado.
Para que esto sea posible es necesario que lo que dice la industria sea verdad, que lo que dice la iglesia sea verdad, y que lo que dicen los partidos políticos sea verdad, no es posible tener un mejor sistema de vida si no unimos a esas cosas que están sueltas, y que son más profunda de meramente la franela roja o la cachucha tricolor, es el esfuerzo de crear las condiciones para el dialogo, las condiciones para drenar la soberbia y la rabia transformándolas en motor de producción, llega la hora de confiar en mi vecino, llego la hora de perdonar y pedir perdón, de ser tolerantes, de reconocer que aunque seamos diferentes, pensemos distintos, el pabellón criollo sabe igual, y todos tenemos derecho a comerlo, llego el momento de decirle al presidente lo que el pueblo quiere, y lo que pide a gritos es paz y reconciliación.
Esto sabemos que no lo puede ofrecer el candidato del oficialismo, y esto hay que condicionárselo al candidato Capriles, el debe dar garantías de reconciliación para lograr no solamente ganar, también gobernar. Así como le hablo a los militares, bebe hablarle al pueblo que sigue al presidente Chávez y darle garantías claras y reales que los logros sociales seguirán con su gestión, que no serán perseguidos o aniquilados, y que podrán seguir siendo chavistas en pensamiento, palabra y acción, que juntos todos con la diversidad de pensamiento tendremos un país prospero, seguro y reconciliado.
Por: Jorge Mirabal / @mirabaljorge