Las llamamos así, pero en realidad son meteoros que penetran la atmósfera a gran velocidad.
¿Alguna vez has visto una ‘estrella’ fugaz cruzar velozmente el cielo? Seguro que sí, sin embargo, por mucho que brillen e iluminen momentáneamente no son estrellas y mucho menos tienen luz propia.
Las verdaderas estrellas son astros o cuerpos celestes que producen luz y energía mediante un proceso llamado fusión nuclear. Tienen una variedad de tamaños y colores. Recuerda que nuestro Sol es una estrella amarillenta de tamaño promedio, las que son más pequeñas son rojizas y las que son más grandes, azules.
Las ‘estrellas’ fugaces suelen observarse de manera abrupta y repentina en el cielo. Se mueven a una importante velocidad, aunque en poco tiempo se apagan, por eso no son estrellas propiamente dicha.
Son lo que los astrónomos llaman meteoros, restos pequeños de roca y metal (pedazos que suelen ser de asteroides o cometas) que, al llegar a nuestra atmósfera, dejan un rastro visible de polvo brillante. Ese brillo se debe a la ionización del aire al traspasar la Tierra.
Su aspecto es muy variado. Pueden brillar mucho o poco. Su trayectoria puede ser corta o larga. Algunas pueden dejar una estela por unos instantes y otras no. Normalmente son bastante rápidas, pero también las hay lentas, que pueden durar varios segundos. En ocasiones, pueden mostrar algún color.
Si la partícula es grande (unos centímetros), el meteoro será muy brillante y recibe el nombre de bólido. Este puede ser espectacular por su brillo y estela.
[Fuente: trome.pe]