En los últimos días Internet ha ardido con una imagen enviada por el robot Mars Curiosity que mostraba algo inquietante y muy marciano: un objeto brillante, protuberante, de forma angulosa, sobresaliendo del suelo. ¿Qué era? ¿Una roca? ¿Basura espacial? ¿Una criatura petrificada? Según un científico colaborador de la Mars Curiosity, lo primero, solo una roca erosianada. Y sí, en la Tierra tenemos pedruscos muy parecidos.
Ronald Sletten, de Universidad de Washington (Seattle), y colaborador del Jet Propulsion Laboratory de la NASA, explica en un documento (PDF) que formas parecidas a la fotografíada en Marte se pueden encontrar fácilmente en la Tierra. Simplemente es una roca que el viento y otras partículas han moldeado con una forma extraña.
Sletten explica que es muy probable que la piedra fotografiada tenga una composición diferente en varias zonas: la parte superior, con componentes más resistentes a la erosión, y la inferior con materiales menos resistentes, de ahí la forma protuberante. Las zonas que están sujetas a la acción del viento son precisamente las que no tienen polvo en su superficie, de ahí en parte el brillo en la roca marciana.
En su documento adjunta fotos donde se ven fenómenos similares en la Tierra, como la primera imagen debajo, tomada en la Antártida, u otra más en la que se ve una roca con dos composiciones diferentes: granito (menos resistente a la erosión) y dolerita odiabasa (la parte negra, mucho más resistente a la erosión). Misterio resuelto.